Los productores de litio están cada vez más preocupados de que los retrasos en los permisos de las minas, la escasez de personal y la inflación puedan obstaculizar su capacidad para suministrar suficiente metal de batería y cumplir con los agresivos plazos de electrificación del mundo.

El litio, antaño un metal de nicho utilizado sobre todo en cerámica y productos farmacéuticos, es ahora uno de los metales más demandados del mundo, dados los agresivos planes de vehículos eléctricos de Stellantis, Ford y otros fabricantes de automóviles.

Lo que está en juego es el ritmo con el que los vehículos eléctricos podrían desplazar a los motores de combustión interna, un objetivo clave de la transición hacia la energía verde.

«Podría terminar en una situación de crisis en la que las compañías de baterías no tengan la seguridad de la materia prima (de litio)», refirió Stu Crow, presidente de Lake Resources, al margen de la conferencia Fastmarkets Lithium and Battery Raw Materials, celebrada esta semana en Las Vegas.

«Hay una desconexión entre el pánico que estamos viendo aquí y la actividad frenética de tratar de asegurar el suministro dentro de la industria».

Esta semana, Lake Resources se convirtió en la última compañía de litio en anunciar un retraso en el proyecto, retrasando tres años la primera producción de su proyecto de litio Kachi en Argentina. Citó el suministro de energía y otras preocupaciones logísticas.

Albemarle, el productor de litio más grande del mundo, está creciendo rápidamente en América, Asia y Australia. Aún así, espera que la demanda mundial de litio supere la oferta en 500.000 toneladas métricas en 2030.

Varias consultoras y otros productores tienen proyecciones ligeramente diferentes, pero todos advierten sobre una escasez inminente.

«Es un gran desafío», sentenció Eric Norris, jefe del negocio de litio de Albemarle.

Había 45 minas de litio operando en el mundo el año pasado, y se espera que 11 abran este año y siete el próximo, según Fastmarkets.

Ese ritmo está muy por debajo de lo que los consultores dicen que se necesita para garantizar un suministro global adecuado.

Esas proyecciones de crecimiento asumen el mejor de los escenarios, incluso cuando las empresas mineras enfrentan dificultades para contratar talento técnico, costos crecientes y tiempos de demora para equipos cruciales.

Incluso si se construyen más minas de litio, no hay suficientes instalaciones para producir tipos especializados del metal para baterías.

Los fabricantes de automóviles pueden verse obligados a aceptar litio de menor calidad, lo que reduce el alcance de la batería de un EV, según los ejecutivos.

«Hay una gran diferencia entre el litio que sale de la tierra y el litio que entra en una batería», precisó Sarah Maryssael de Livent, que suministra a Tesla  y está lista para combinarse con su rival Allkem a finales de este año.

Una vez que un evento de nicho al que asistieron los fanáticos de la industria, la conferencia Fastmarkets ha crecido rápidamente junto con la vertiginosa demanda de litio.

Aproximadamente 1100 asistieron este año, casi el triple de los niveles de 2019 y un 68% más que el año pasado.

Exxon Mobil envió un contingente como parte de su incursión en el sector de metales para baterías. Lo mismo hicieron sus compañeras petroleras SLB y Equinor.

Los gigantes bancarios JPMorgan, Goldman Sachs y BMO Capital Markets y otros también asistieron, su interés impulsado por una ola esperada de acuerdos de adquisición de litio y la creciente demanda de cobertura y otros servicios financieros.

«Nuestra cartera de inversiones estratégicas y fusiones y adquisiciones es extraordinariamente sólida», indicó Rahim Bapoo, director gerente de la práctica de minerales críticos de BMO.

En un ejemplo de la búsqueda desenfrenada de litio, Mitsui está a punto de firmar un acuerdo de $ 65 millones con Atlas Lithium para garantizar el suministro de un proyecto minero brasileño que Atlas no ha terminado de diseñar.

«La inversión tiene que continuar, de lo contrario habrá más retrasos en los plazos (del litio) que ya son enormemente largos», mencionó Tara Berrie, del fabricante de vehículos eléctricos Rivian.