En Latinoamérica, existe una realidad: el precio de los vehículos eléctricos e híbridos más demandados varía según el país.
Un factor que está íntimamente relacionado con las políticas de movilidad sostenible de cada nación.
No es lo mismo adquirir un modelo electrificado en Costa Rica, donde los incentivos fiscales abaratan significativamente el costo, que en Brasil o Argentina, donde las cargas impositivas no ayudan al consumidor final.
A continuación, Mobility Portal Latinoamérica presenta un análisis comparativo de los valores de aquellos modelos más populares en el mercado de vehículos electrificados, considerando las diferencias según el país.
Dolphin
Uno de los grandes éxitos de la marca BYD es el Dolphin, un modelo que logró ganar terreno en diferentes mercados de Latinoamérica gracias a su destacada relación precio-calidad.
En Brasil, por ejemplo, el Dolphin se comercializa en sus versiones más equipadas a precios que rondan los 29.960 dólares para el modelo Diamond, y los 35.960 dólares para el Dolphin Plus.
Sin embargo, en Chile, el mismo vehículo es considerablemente más accesible, con un precio de 25.639 dólares, mientras que en México se ofrece por unos 27.876 dólares, siendo uno de los autos eléctricos más económicos del mercado mexicano.
Con una autonomía que varía entre los 400 y los 450 kilómetros, el Dolphin sigue consolidándose como una opción destacada para los consumidores de la región.
Kwid E-Tech
Otro modelo que resalta por su atractivo en el mercado latinoamericano es el Renault Kwid E-Tech. Este vehículo, conocido por su tamaño compacto y su precio competitivo, está haciendo su gran entrada en la movilidad eléctrica.
En Argentina, su versión 100% eléctrica se ofrece por unos 29.027 dólares, con una autonomía de hasta 298 kilómetros en ciudad, lo que lo convierte en una opción interesante para quienes buscan un auto eléctrico accesible.
En Chile, el Kwid E-Tech mantiene su título como el auto eléctrico más barato, con un precio de 16.189 dólares, muy por debajo del costo que presenta en Colombia, donde ronda los 21.508 dólares, dependiendo del distribuidor y la región.
Corolla Cross
Dentro del segmento de los híbridos, el Toyota Corolla Cross se destaca como una opción sólida. Este SUV híbrido capta la atención de quienes buscan un equilibrio entre autonomía y reducción de emisiones.
En Perú, el modelo tiene un precio de 35.740 dólares, mientras que en Brasil alcanza los 36.271 dólares. Sin embargo, Argentina es uno de los mercados donde el Corolla Cross presenta un precio más elevado, llegando a los 41.446 dólares, lo que refleja el impacto del contexto nacional.
EX30
Finalmente, no se puede dejar de mencionar al Volvo EX30, uno de los modelos 100% eléctricos más accesibles de la marca sueca.
En Chile, la versión más básica del EX30 tiene un precio de 39.852 dólares. Al mismo tiempo, en México su valor es algo menor, alrededor de 33.807 dólares.
En Panamá, el mismo modelo se encuentra disponible por 39.922 dólares, sin incluir impuestos, con una oferta válida hasta septiembre de 2024.
Este SUV compacto, diseñado con un enfoque en la sostenibilidad y la tecnología avanzada, promete una autonomía que puede alcanzar hasta los 480 kilómetros, dependiendo de la versión y la batería seleccionada.
Además, cuenta con un sistema de carga rápida que permite recuperar el 80% de la batería en poco más de 25 minutos, lo que lo convierte en una opción preferida para los conductores más exigentes de la región.
Sin duda, la variación de precios entre países deja claro cómo las políticas locales y los costos asociados influyen directamente en el acceso al vehículo. ¿Faltan beneficios?
Ejemplos de beneficios fiscales en Latinoamérica
Brasil
En Brasil, las leyes y regulaciones sobre incentivos fiscales para vehículos eléctricos son numerosas y varían según el estado y municipio.
A nivel federal, los vehículos eléctricos están libres del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) y del Impuesto sobre la Circulación de Mercancías y Servicios (ICMS).
Además, existen programas de incentivos fiscales para tecnologías limpias, y en 2015 el gobierno impulsó un subsidio de arancel cero para la importación de autos eléctricos.
Este movimiento convirtió al gigante sudamericano en el mayor mercado de América Latina, con 93.927 vehículos eléctricos e híbridos matriculados en 2023, y se estima que las ventas aumenten un 60% este año.
Sin embargo, el Ministerio de Fomento, Industria, Comercio y Servicios (MDIC) de Brasil anunció en enero la vuelta del impuesto a la importación.
La resolución establece la reanudación gradual de las tasas y crea cuotas iniciales para las importaciones exentas hasta 2026, cuando la tasa alcanzará el 35%, igual que para los vehículos de combustión.
Por otro lado, entre las políticas destacadas de Brasil se encuentra el programa MoVer, que reemplaza al viejo Rota 2030, promoviendo la expansión de las inversiones en eficiencia energética y ofreciendo incentivos fiscales para que las empresas inviertan en el país.
Lula firmó a fines de marzo una ordenanza para conceder licencias a empresas del sector automotriz y créditos financieros para apoyar la descarbonización.
También, se promueven desgravaciones impositivas en función de la huella ambiental, incorporando el cálculo de las emisiones desde la fuente de energía hasta su consumo vehicular.
México
Aunque México no es conocido por tener una amplia gama de beneficios para la eMobility, sí cuenta con algunos incentivos fiscales que valen la pena destacar.
Por ejemplo, la Ley del Impuesto sobre la Renta permite una deducción de hasta 250.000 pesos mexicanos sobre la inversión original en vehículos eléctricos, en contraste con el máximo de 175.000 pesos para vehículos convencionales.
En 2020, se emitió un decreto que modificó la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación, eximiendo a los vehículos eléctricos nuevos del pago de aranceles y ofreciendo reducciones para los usados. Una medida que pretende facilitar la entrada de vehículos eléctricos al país, haciendo más accesible su compra.
A nivel estatal, hay varios incentivos adicionales. En algunos estados, los vehículos eléctricos están exentos del pago de la tenencia: en el Estado de México, no se paga esta tarifa durante los primeros cinco años, y luego se aplica un descuento del 50%.
Asimismo, los autos eléctricos están libres de la Verificación Ambiental y del programa Hoy No Circula, lo que les permite moverse sin restricciones.
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) también juega un rol clave, ofreciendo ventajas arancelarias y regulaciones favorables.
Esto no solo reduce los costos de importación y exportación, sino que también permite a las empresas mexicanas ofrecer precios más competitivos en el mercado global, fomentando un entorno propicio para la producción de vehículos eléctricos en América del Norte.
Aparte, se destacan otras normativas como la Ley de Transición Energética (LTE) que establece metas para la reducción de emisiones y promueve el uso de energías limpias, incluyendo la movilidad eléctrica.
Por otro lado, la Ley de Industria Eléctrica regula la generación, transmisión, distribución y venta de electricidad, incluyendo la infraestructura de carga para vehículos eléctricos.
Mientras que la NOM-001-SEDE-2020 es una norma oficial mexicana que establece los requisitos técnicos para la instalación de estaciones de carga para vehículos eléctricos.
Dicha normativa asegura que las estaciones de carga cumplan con estándares de seguridad y eficiencia, un eje fundamental para ganar la confianza de los usuarios y fomentar el crecimiento del mercado de vehículos eléctricos.
Argentina
Argentina se encuentra en una fase prematura en cuanto a su marco regulatorio para impulsar la electromovilidad.
Aquí, cabe mencionar la Ley 27.191 de Régimen de Fomento Nacional para el Uso de Fuentes Renovables de Energía que establece beneficios fiscales para la importación de vehículos eléctricos y componentes.
A su vez, el decreto 331/2017 reglamenta esta ley y establece los requisitos para acceder a estos beneficios.
No obstante, el Proyecto de Ley de Promoción de la Movilidad Sustentable, que propone un marco integral de incentivos, actualmente se encuentra en stand-by.
Pero, lo cierto es que para fomentar la utilización y comercialización de vehículos amigables con el medio ambiente, 13 distritos del país eliminaron o redujeron el Impuesto a la Radicación del Automotor, también conocido como patente, para vehículos eléctricos, híbridos y a hidrógeno.
En ciudades como Buenos Aires, Neuquén, Entre Ríos, La Plata, Mendoza, Río Grande, Río Negro, San Juan, San Salvador de Jujuy, Santa Fe y Ushuaia, los vehículos eléctricos están exentos del arancel, mientras que en Chubut y San Luis se ofrece un descuento.