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jueves 20 de junio de 2024
Lucha por territorio. ¿Cómo serán las inversiones eMobility de automotrices en Latinoamérica?
En un escenario de transición hacia la electromovilidad, las principales automotrices a nivel global ya fijaron su hoja de ruta con el objetivo de terminar con las ventas de vehículos con motores a combustión en Europa. Pero, ¿Cuál es el plan de estas marcas para Latinoamérica?
A paso lento, las automotrices miran el mercado de América del Sur.
A paso lento, los fabricantes de vehículos miran al mercado de América del Sur.
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Si bien el camino hacia la electrificación es un hecho, en todas las partes del mundo no se avanza con la misma velocidad. 

En 2023, la Unión Europea decidió que la desaparición de los motores a combustión sea fijada para 2035. 

Esta legislación busca, en primer lugar, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% en la región para 2030.

Luego, el objetivo es elevar ese porcentaje al 100% en 2035.

Mientras tanto, en América Latina, estos pasos son más lentos, aunque se dan igual.

A pesar de los tiempos, lo cierto es que la región poco a poco se va preparando para las alternativas eléctricas. 

Es que en países como Colombia, Chile, Costa Rica o México ya se observa hace algunos años un crecimiento en la venta de vehículos sostenibles. Una inclinación hacia el mundo eMobility.

Lo cierto es que China se erige como uno de los países con mejor posicionamiento en el mercado de la movilidad eléctrica y este lugar encuentra su correlato en las naciones del Sur de América. 

De manera tal que aquellas automotrices que desembarcan ayudan a diversificar la oferta de vehículos eléctricos con precios más bajos para el usuario.

Así es el caso de la firma asiática Great Wall Automobile (GWM) que terminó con su producción de vehículos con motor de combustión interna en marzo de 2022 con el propósito de enfocarse únicamente en las nuevas energías. 

Mientras que en 2023, la compañía lanzó su primer coche totalmente eléctrico en Brasil, ampliando su gama de modelos. Este año inicia su producción local.

Recientemente, GWM formalizó su llegada al mercado mexicano.

Un caso similar sucede con su rival chino, BYD, que busca liderar el mercado en Latinoamérica con la próxima instalación de un centro de producción en Brasil

Además, también planea radicarse con una planta en México, considerándolo un mercado clave. 

La empresa japonesa Toyota también prevé manufacturar sus modelos eléctricos en ese país. 

En esta profundización de los fabricantes asiáticos, también cabe mencionar, entre otros anuncios, el de Chery en Argentina, ya que instalaría allí una fábrica de vehículos eléctricos para 2025.

Son muchas más las marcas que se le suman a las mencionadas, por lo que sin dudas, las firmas orientales tienen planes para acaparar el negocio del motor electrificado en América Latina.

Por su parte, el grupo Stellantis, uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, estableció el objetivo de vender sólo vehículos eléctricos en Europa para 2030. 

Sin embargo, aún no tiene previsto abandonar el desarrollo de motores de combustión interna.

Es líder en los mercados de Brasil, Argentina y Chile.  En 2023, las ventas totales regionales del Grupo superaron los 878.000 vehículos, con una cuota de mercado de 23,5%. 

Con esta inversión, Stellantis -que también es dueña de las marcas Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Dodge, DS Automobiles, Lancia, Maserati, Opel y Vauxhall- «estará cada vez más preparada para diseñar, desarrollar y producir automóviles modernos en la región, al mismo tiempo que expandirá su negocio».

En marzo de este año, anunció que invertirá US$ 6.000 millones en el período 2025-2030, en lo que representa una cifra récord no sólo para la industria brasileña, sino también para la región.

En Argentina, por ejemplo, la empresa adquirió una participación de 19,9% en Argentina Litio y Energía S.A., un paso significativo hacia el abastecimiento de un grupo de materiales para baterías sostenibles y así cumplir con los objetivos de electrificación descritos en el plan global.

Entre tanto, Volkswagen (VW), dejará de vender vehículos de motor a combustión en Europa entre 2033 y 2035 para transicionar a los coches eléctricos.

Pero, según contó su director de ventas, Klaus Zellmer, en entrevista con el diario Münchner Merkur, este paso se efectuará “un poco más tarde en Estados Unidos y en China. En Sudamérica y en África, debido a la ausencia de condiciones-marco políticas y de infraestructuras, tomará más tiempo”.

Pese a ello, VW de México invertirá 942 millones de dólares en su planta de Puebla para la creación de un centro estratégico de electromovilidad, con el objetivo de impulsar el ensamble de autos eléctricos e híbridos y fortalecer a la región de Norteamérica.

También, pocos días atrás, la filial de Volkswagen Camiones y Autobuses (Vwco) en Brasil anunció que, a partir del segundo semestre de 2024, comenzará la producción comercial de los autobuses eléctricos e-Volksbus.

Para 2030, Ford afirma que solo venderá eléctricos en Europa, ¿proyecta lo mismo para América Latina?

En este sentido, Pedro Botero, gerente de ventas de Ford Motor Colombia, al ser consultado por El Colombiano sobre una de las metas del Gobierno vinculada a que para 2040 todos los vehículos que circulen en el país sean eléctricos, manifestó:

“Yo definitivamente lo veo muy lejano. Creo que los carros eléctricos van a seguir creciendo, pero tal vez haya un punto intermedio antes de llegar a masificarlos completamente y es la tecnología híbrida”.

Aun así, desde octubre de 2023, México produce el Ford Mustang Mach-E, lo que significa un progreso a nivel latinoamericano en materia de movilidad sostenible.

La multinacional BMW pretende que en 2030 «al menos» el 50% de sus matriculaciones mundiales correspondan a modelos electrificados.

En diez años, la marca prevé contar con diez millones de vehículos eléctricos en las autopistas.

La firma alemana desembolsó 800 millones de euros para levantar en tierra mexicana el Centro de Producción de Baterías de Alto Voltaje para vehículos eléctricos.

De acuerdo al proyecto anunciado en febrero pasado, la planta potosina se convertirá en la primera de todo Latinoamérica en fabricar autos eléctricos y baterías de alto voltaje.

El fabricante de autos eléctricos fundado en 2003 por Musk cuenta con seis grandes fábricas en todo el mundo, las cuatro mencionadas en Estados Unidos, una en Shanghai, China, y la otra en Alemania, en las afueras de Berlín.

Mas allá de que se trate de una automotriz que nació eléctrica, no puede pasarse por alto el arribo que proyecta Tesla en suelo mexicano.

A comienzos de 2023, anunció que levantará su séptima planta en las afueras de Monterrey, pero el proyecto no avanzó por ahora a la velocidad esperada, pese a que la empresa cuenta con el terreno para construir la fábrica.

El plan original de Tesla para su nueva planta en México era fabricar ahí su nuevo modelo eléctrico “accesible” del orden de los US$25.000, un prototipo que Elon Musk consideraba clave para enfrentar la competencia creciente de las marcas chinas.

Pero ahora, ese proyecto de auto más económico habría entrado en revisión para darle paso a otra iniciativa del empresario, los robotaxis autónomos.

La elección de México como destino para una nueva planta, igual, tiene sentido en función del alto desarrollo que presenta la industria automotriz y autopartista de ese país y la posibilidad de exportar sin aranceles a Estados Unidos.

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