Mientras que la Unión Europea reacciona ante la competencia con aranceles de hasta el 36,3% a las importaciones de vehículos eléctricos chinos, China parece haber encontrado en Latinoamérica un aliado para sus planes de expansión.
En medio de disputas comerciales, la región se presenta como un terreno fértil para el avance de la electromovilidad, dado a sus recursos minerales, energéticos y estratégicos.
No es un dato menor que la entrada de marcas asiáticas plantea, de cierta manera, un escenario favorable para los consumidores latinoamericanos, ya que democratiza el acceso a la movilidad eléctrica con precios más bajos y, a su vez, posiciona a China como un socio clave en la transición de la región hacia una movilidad sostenible.
¿Cuál es el impacto de China en la región? ¿Cuáles son las inversiones y los acuerdos vigentes?
En esta nota de Mobility Portal Latinoamérica, los detalles de los principales países que cuentan con inversiones del gigante asiático.
Colombia y el ascenso de BYD
La entrada de marcas chinas en el mercado latinoamericano es evidente, especialmente en Colombia, donde BYD, la automotriz asiática líder a nivel global, se ubica entre las diez marcas de vehículos eléctricos más vendidas en octubre de 2024.
Con un crecimiento del 422,4% en comparación con el año anterior, BYD registró 606 unidades, de las cuales 564 fueron 100% eléctricas.
Es la primera vez que un fabricante chino se ubica entre las marcas más comercializadas en el país, un hecho que podría incentivar a otros fabricantes a evaluar su entrada al mercado colombiano.
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Perú, con declaraciones de convertirse en un hub de logística para la movilidad eléctrica
En Perú, las ambiciones van más allá del consumo interno de vehículos eléctricos.
El país se perfila como un potencial centro logístico para la electromovilidad en la región, impulsado por proyectos como el Puerto de Chancay y la posibilidad de establecer una cadena de producción de insumos automotrices.
Aunque se había planteado la creación de una planta de ensamblaje de BYD en el país, la existencia de una instalación en Brasil sugiere que Perú podría especializarse en la producción de componentes como cableado y otros insumos para vehículos eléctricos.
Este enfoque podría integrarlo en la cadena de producción de vehículos eléctricos chinos para la región, convirtiéndose en una una conexión clave en la logística de distribución de vehículos eléctricos en América Latina.
Ecuador, beneficios fiscales y TLC con China como impulsores
Ecuador también toma acciones para convertirse en un destino atractivo para las inversiones chinas en electromovilidad.
La reciente entrada en vigor de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China ofrece un beneficio clave: la exención de aranceles en las importaciones de vehículos eléctricos.
Esta reducción en costos, según estimaciones de representantes de la automotriz china Chery, permitirá a los consumidores ecuatorianos acceder a vehículos eléctricos a precios considerablemente más bajos, democratizando así el acceso a esta tecnología.
En paralelo, Ecuador adoptó reformas tributarias, como la Ley Orgánica de Competitividad Energética, que excluye a los vehículos de rango extendido de los beneficios fiscales otorgados a los eléctricos puros, reafirmando su enfoque en la movilidad cero emisiones.
Este marco fiscal y comercial podría facilitar la consolidación de marcas chinas en Ecuador, con el incremento de la oferta de vehículos eléctricos en el mercado local.
Panamá, marcas chinas ganan terreno en un mercado en transición
En Panamá, la Asociación de Distribuidores de Autos de Panamá (ADAP) reporta que, mientras las marcas tradicionales dudan en diversificar sus ofertas de vehículos eléctricos, las marcas chinas ocupan rápidamente un espacio en el mercado.
Según Patricia Vukelja, Directora Ejecutiva de ADAP, el ingreso de vehículos eléctricos chinos es favorable debido a su accesibilidad y al respaldo de empresas distribuidoras establecidas en el país.
En un contexto donde los vehículos eléctricos de gama alta representan solo el 5% del mercado, las marcas chinas ofrecen una alternativa más económica y accesible.
Brasil, producción local de baterías y el potencial de los vehículos eléctricos
Brasil, el gigante económico de América Latina, es otro país donde la presencia china en la movilidad eléctrica es cada vez más evidente.
Marcas como BYD ya establecieron una planta en Camaçari, y se vislumbra la posibilidad de ampliar esta inversión hacia la producción local de baterías, una necesidad crucial para reducir la dependencia de importaciones.
Vinicius Alvarenga, CEO de Companhia Brasileira de Lítio, sostiene que la incursión de marcas chinas en Brasil es un cambio de paradigma, ya que no solo ofrecen precios competitivos, sino que también impulsan la posibilidad de establecer fábricas locales.
Chile, ¿un mercado abierto a los vehículos eléctricos chinos?
Sin dudas, Chile es testigo de cómo las marcas chinas ganan terreno.
De los 91 vehículos eléctricos homologados en el último año en el país, la mayoría provienen de fabricantes chinos como BYD, Jac y Maxus.
La variedad de modelos disponibles, desde sedanes hasta camionetas y furgones, logra que los consumidores chilenos encuentren en las marcas chinas una opción viable para adoptar la movilidad eléctrica.