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jueves 14 de julio de 2022
Las lecciones de Noruega que España debe tomar para que crezca su parque eléctrico
El país nórdico se encontraba hace un tiempo en un plano similar al de España. La electromovilidad despuntó y ahora es la referencia a nivel europeo.
España tiene una penetración en el parque igual a la de Noruega en 2017.
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¿Cuánto tiempo se necesita para que el eléctrico se convierta en el vehículo predominante? De momento, no hay respuesta para esta pregunta, pero Noruega, la referencia absoluta cuando se habla de penetración del coche eléctrico puede dar una idea.

En 2011 se vendía en Noruega un 1% de coches eléctricos. En 2020, más de la mitad de los coches que se vendieron en el país se movían exclusivamente con electricidad

El 54% de los vehículos comprados en Noruega en 2020 fueron eléctricos y los gasolina y diésel apenas representaron el 8 y el 9% de las ventas, respectivamente.  Y en 2021 en el país nórdico consiguió una cuota de mercado del 73,8% de los coches vendidos.

¿Qué sucedía en España? En 2011 los coches eléctricos no llegaban a representar el 0,10% de las ventas, todavía no existía el Nissan Leaf (el coche que “hizo famoso” al eléctrico) y los demás en el mercado eran demasiado costosos.

Luego de la introducción de ese modelo al mercado, sumado el Renault ZOE, en 2013 la cuota comenzó a crecer pero a un paso muy lento. Recién para 2019 la cuota de mercado pasó a ser del 1,31% del total de vendidos.

Una vez pasado el 1% España comenzó a crecer de manera exponencial en venta de coches totalmente eléctricos. En 2021 según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) la cuota alcanzó el 8,27% del total.

El país experimentó hasta ese momento un crecimiento del 360% en las ventas de turismos eléctricos en solo dos años. Se debe destacar que la penetración con los datos de matriculación de junio es del 10%, un 764% más que en 2019.

¿Qué hizo crecer a Noruega? 

La causa principal que hizo poner en alza al coche eléctrico fue la quita del Impuesto al Valor Agregado (IVA), reclamada hoy en día en España por fabricantes y patronales.

Desde hace más de dos años existe la petición pero aún no ha sido resuelta y la penetración de esta tecnología se ve afectada.

Emilio Froján Fernández, CEO de Velca, se expresa en favor de este sistema utilizado en los países nórdicos e incluso la plantea como una medida que podría reemplazar a las ayudas.

“Eso sí que puede funcionar, porque es una medida universal e igualitaria para todo el país”, menciona a Portal Movilidad España.

Existe ya una propuesta realizada al Gobierno central por parte de las patronales para que los nuevos propietarios de coches eléctricos no tengan que abonar el Impuesto de Circulación y el IVA, o que por lo menos la tasa sea inferior.

El objetivo que plantean desde el sector del automóvil es sustituir este impuesto por uno basado en las emisiones de CO2 y en la antigüedad de los turismos y que se aplique de forma gradual según la edad, cada año. 

Es decir, que se prime la propiedad, no la compra. También proponen bonificaciones en función de la renta o si se reside en zonas de baja densidad de tráfico.

Las ayudas a la compra no funcionan. Son muy lentas, habitualmente tardan hasta dos años en concretarse y esa demora dificulta la adquisición de los vehículos”, plantea Froján.

Igualmente Noruega tiene problemas

Pese a todo, el parque móvil de coches eléctricos noruego se queda en un 12,1%, todavía lejos de los gasolina (34,6%) y los diésel (43,5%). 

En España, el parque eléctrico representa el 3,7%, lejos del de Noruega pero con un crecimiento similar desde 2019.

Aunque el parque móvil crece (en 2021 hubo un 5% más de coches circulando en Noruega que en 2016), la penetración del coche eléctrico también ha aumentado notablemente en los últimos años. 

En 2017, sólo el 3,7% (misma cuota que hoy en España) de los coches noruegos eran completamente eléctricos, mientras que en 2021 se ha alcanzado el 12,1%. 

Estos datos pueden animar a las previsiones políticas pero hay que recordar que Noruega tuvo una renta per cápita de 59.130 euros en 2020, muy lejos de los 31.735 euros de España.

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