En una de las mayores adquisiciones corporativas de vehículos eléctricos en el país, PepsiCo México anunció la inversión de 2.300 millones de pesos (unos 117.844.638 dólares) para incorporar 1.070 unidades eléctricas Ford E-Transit a su flota de reparto.
“La integración de más de mil unidades cien por ciento eléctricas a nuestra flota representa un paso firme hacia un futuro más sostenible”, expresó Isaías Martínez, presidente de PepsiCo Alimentos México, durante el acto de entrega realizado en el centro de distribución de Sabritas en Tlalpizáhuac, Estado de México.
Con esta medida, la multinacional estadounidense espera reducir 3.900 toneladas de dióxido de carbono al año, como parte de su plan integral para descarbonizar operaciones logísticas en todo el territorio mexicano.
Despliegue escalonado y cobertura estratégica de las flotas eléctricas
La incorporación de las nuevas unidades eléctricas se realiza en dos fases. En la primera, se desplegaron 346 vehículos eléctricos destinados al Estado de México, desde donde se abastece una amplia red de puntos de venta.
Una segunda etapa contemplará la integración de otras 670 unidades, que se sumarán progresivamente a los esquemas de distribución de la zona metropolitana del Valle de México y del estado de Nuevo León, dos regiones clave en el volumen de operación nacional de la compañía.
La incorporación de esta flota representa no solo un salto en términos medioambientales, sino también una mejora operativa.
Los vehículos seleccionados permiten reducir costos por mantenimiento y operación, además de facilitar el cumplimiento con normas ambientales más estrictas en zonas urbanas.
Tecnología probada para logística urbana
El modelo elegido por PepsiCo para su flota es la Ford E-Transit, una furgoneta eléctrica diseñada para distribución urbana de última milla.
El vehículo cuenta con una autonomía aproximada de 200 kilómetros por carga, lo cual la hace especialmente adecuada para recorridos cortos y entregas frecuentes.
Con capacidad de carga completa, la E-Transit ofrece una respuesta ágil gracias a su motor completamente eléctrico, además de incorporar tecnología de asistencia y monitoreo inteligente, que mejora la eficiencia operativa.
“Estamos orgullosos de esta colaboración que impulsa la innovación y fortalece la transición hacia una nueva era”, aseguró Lucien Pinto, presidente y CEO de Ford de México, Puerto Rico, Centroamérica y El Caribe, al referirse al acuerdo alcanzado con PepsiCo.
Esta alianza posiciona a Ford como proveedor estratégico en la electrificación de flotas comerciales, un segmento clave en la transición energética del sector transporte en América Latina.
Más allá de la flota: estrategia corporativa de sostenibilidad
Con esta operación, PepsiCo México alcanza un total de 1.400 vehículos eléctricos activos, además de contar con un tractocamión eléctrico incorporado previamente a sus rutas logísticas. La flota es una de las más importantes en su tipo dentro del sector privado en Latinoamérica.
La empresa ha sido reconocida por noveno año consecutivo con la distinción del programa Transporte Limpio, otorgado por la Secretaría de

En México, otras empresas también electrifican sus flotas de entrega.
Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que valida el cumplimiento de buenas prácticas en movilidad sostenible.
El despliegue de vehículos eléctricos en grandes compañías representa una tendencia creciente dentro del sector privado, especialmente en logística de consumo masivo.
Empresas con alta frecuencia de reparto urbano, como PepsiCo, encuentran en estas tecnologías una oportunidad para reducir emisiones sin comprometer productividad.
Según el último informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA), las flotas comerciales urbanas son responsables de una parte significativa de las emisiones del sector transporte.
Por eso, la electrificación de este segmento es considerada prioritaria para cumplir con los compromisos climáticos globales.
En México, aunque la infraestructura de carga todavía presenta desafíos, iniciativas como esta permiten ampliar la demanda agregada de vehículos eléctricos y acelerar el desarrollo de servicios complementarios, como redes de recarga y mantenimiento especializado.
La incorporación de 1.070 unidades eléctricas de reparto por parte de PepsiCo es, en ese sentido, un hito no solo en términos de inversión, sino también como referente para otras compañías del rubro alimenticio, logístico y minorista.