Colombia | Infraestructura de Carga
lunes 07 de abril de 2025
Inpel Colombia: «Queremos ser el back office de la movilidad eléctrica en Colombia»
María Juliana Arango, gerenta general de la firma, detalla el modelo de acompañamiento técnico y comercial para empresas que invierten en cargadores. Su apuesta: no operar estaciones, sino habilitar un ecosistema de aliados privados y públicos en movilidad eléctrica.
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La empresa INPEL, con sede en Cali, gestiona actualmente 34 puntos de carga y trabaja como soporte técnico y tecnológico para inversores en electromovilidad. 

Su estrategia de crecimiento se basa en alianzas con privados e instituciones públicas, sin operar estaciones propias. Se consolidan como un actor clave en la estructura del mercado.

El objetivo es convertirse en un actor esencial sin ser visible al usuario final. Esa es la premisa de María Juliana Arango, gerenta general de INPEL Colombia, al describir el rol que la compañía busca ocupar en la transición energética: el de “back office” de la infraestructura de recarga.

“Nuestro enfoque es ser el back office de todas las empresas o todas las personas que quieran hacer inversión en movilidad eléctrica”, manifiesta Arango en diálogo con Mobility Portal Latinoamérica.

INPEL no instala estaciones propias ni busca operar directamente en el frente de carga pública, sino que acompaña a quienes sí lo hacen, ya sean empresas privadas o instituciones públicas, en sus procesos técnicos y logísticos. 

Actualmente, la compañía administra 34 cargadores de diferentes clientes en Colombia a través de su plataforma de gestión.

Soporte técnico, renting y alianzas en movilidad eléctrica

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La empresa importa equipos de marcas como Circontrol e Ingeteam

“Apoyamos a quienes necesitan cargadores públicos, domésticos o incluso portátiles, brindando soporte técnico, adecuaciones mecánicas, software propio de gestión y alianzas con proveedores”, explica la ejecutiva.

La empresa importa equipos de marcas como Circontrol e Ingeteam, además de trabajar con una marca propia de fabricación china.

En Colombia, se encarga de las adecuaciones eléctricas y metalmecánicas, y ofrece una aplicación propia para la operación de recarga.

Además, han tejido alianzas para implementar modelos de renting en clientes industriales, consolidando su papel como facilitador técnico y comercial en proyectos de carga en sectores productivos.

Barreras regulatorias: el impacto del nuevo RETIE

Uno de los desafíos más relevantes que enfrenta el sector en Colombia es la reciente actualización del RETIE (Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas).

“El nuevo RETIE exige que los cargadores renueven las pruebas tipo cada año, lo cual implica costos de entre 30 mil y 40 mil dólares por equipo”, señala Arango.

Además, advierte que esta exigencia puede convertirse en una barrera de entrada para múltiples marcas, especialmente en un mercado aún en desarrollo.

Si bien esta medida aún no se aplica en la práctica –pues los productos se están certificando por primera vez bajo el nuevo esquema–, desde INPEL anticipan un impacto negativo a partir de 2025 si no se ajusta la reglamentación.

Interoperabilidad: la regla es adaptarse al mercado

En Colombia, la normativa exige que todos los espacios públicos tengan al menos un conector Tipo 1, pero no limita la circulación ni la venta de vehículos con otros conectores.

“Los cargadores deben adaptarse al mercado, no al revés”, sostiene.

Esto implica considerar conectores Tipo 1, Tipo 2 y GBT ante la creciente presencia de marcas como BYD, que operan con estándares distintos.

“Nosotros mismos hacemos los cambios de cable en cargadores AC y modificamos el combo en DC para dar más flexibilidad”, explica. Para INPEL, ofrecer equipos que soporten múltiples conectores es la única forma viable de atender el mercado colombiano.

¿Cuáles son los costos y los tiempos de instalación de la infraestructura de carga?

Los valores y plazos de instalación de estaciones de carga dependen en gran medida de la capacidad eléctrica disponible en el sitio.

La infraestructura de red en Colombia, particularmente en carga rápida, suele requerir adaptaciones.

“Muchas instalaciones trifásicas en Colombia son a 220 voltios, mientras que los cargadores DC requieren 400 voltios”, comenta Arango.

Esto obliga, en muchos casos, a instalar transformadores adicionales, lo cual eleva significativamente el costo.

En cuanto a tiempos, los cargadores AC se instalan en aproximadamente una semana, mientras que para los DC el proceso total puede tardar hasta 120 días, debido a la importación y posterior instalación.

Los proyectos de movilidad eléctrica que INPEL trabaja con el sector público

Aunque su estrategia es predominantemente privada, INPEL ha trabajado con entidades gubernamentales en proyectos específicos.

En 2024, la empresa instaló siete cargadores para la COP16 en Cali, destinados a movilizar a los funcionarios entre las zonas operativas del evento.

“Ejecutamos el proyecto en una semana”, detalla la gerente general.

Además, acaban de firmar un contrato con la empresa pública Emcali, para operar las estaciones ya desplegadas en la ciudad, con una aplicación de pagos que se activará próximamente.

Estrategia de expansión para este 2025

La empresa proyecta firmar al menos tres acuerdos nuevos de operación con grandes empresas colombianas durante este año. También apunta al crecimiento en el segmento residencial.

“Queremos ser el instalador y proveedor de equipos en carga doméstica, por eso buscamos alianzas con concesionarios”, anticipa Arango, quien subraya que el objetivo es ampliar la cobertura nacional a través de este modelo.

 

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