El Fondo Ambiental de Quito, a través de la financiación de la Unión Europea con un monto cercano a los 236.000 euros, impulsó la fabricación de cuatro minibuses eléctricos 100% ecuatorianos, destinados tanto para el transporte de pasajeros como de carga, en el Centro Histórico.
“Nuestra función principal es canalizar los recursos necesarios para implementar planes, programas y proyectos enfocados en la movilidad, que contribuyan o complementen las políticas locales en este ámbito”, indica Mónica Reinoso, directora ejecutiva del Fondo Ambiental de Quito.
Vale destacar que el Plan Maestro de Movilidad Sostenible y Plan de Acción Climática de Quito vigentes en la ciudad tienen como objetivo convertir al Centro Histórico en un lugar cero emisiones.
Allí se destaca el proyecto piloto SOLUTIONSplus, “Soluciones Integradas de Movilidad Eléctrica Urbana”, que se alinea con dichos compromisos, con la puesta en marcha de estos minibuses eléctricos, que están operativos desde julio.
Grupo Miral, ganador de un fondo concursable lanzado por el Fondo Ambiental, estuvo a cargo del diseño, fabricación y pruebas de los vehículos.
En la propuesta, Reinoso destaca a Mobility Portal Latinoamérica el incentivo a la economía local: “La fabricación de estos vehículos fue completamente nacional, realizada en una de las provincias vecinas a Quito”.
Desde la puesta en marcha de los minibuses, se inició un periodo de prueba para capacitar a los conductores y conductoras y asegurar que los vehículos reciban el mantenimiento adecuado.
Además, se implementaron pruebas operativas y administrativas, garantizando la seguridad, funcionalidad y aseguramiento de los vehículos.
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¿Cómo fue el proceso de gestión de estos minibuses 100% eléctricos en Ecuador?
Después de completar la fase de diseño y puesta en marcha, el Fondo Ambiental, en colaboración con la Secretaría de Movilidad, trabajó para definir el uso de los cuatro vehículos, dividiendo su función entre el transporte de pasajeros y de carga.
“Una de las zonas a cubrir es el Centro Histórico, y otra es La Mariscal, un punto clave en términos económicos por su comercio, hoteles, turismo y restaurantes”, señala.
Dos minibuses fueron asignados para el transporte de pasajeros, con capacidad para cuatro personas, a cargo de EP Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito y Administración Zonal La Mariscal.
Se utilizan en rutas turísticas que conectan el Centro Histórico con La Mariscal, una zona estratégica en términos de comercio, turismo y restauración.
“Un vehículo fue entregado a esta administración zonal, con el objetivo de reactivar esta área productiva de la ciudad”, añade.
Por otro lado, los dos vehículos de carga, con capacidad para transportar alrededor de media tonelada, fueron gestionados a través del Centro de Educación y Gestión Ambiental (CEGAM) Manuela Sáenz.
“Tradicionalmente, esta recolección se realiza a pie, pero con la introducción de estos vehículos eléctricos, facilitamos su trabajo, permitiendo que la recolección se realice en condiciones mucho más óptimas y eficientes”, enfatiza Reinoso.
En cuanto a la recepción local, el proceso de pilotaje fue fundamental para integrar estos vehículos en la vida urbana.
Inicialmente, los vehículos eran completamente blancos y recorrían la ciudad en una fase de pruebas.
La directora lo explica así: “Era importante que la ciudadanía supiera a quién se iban a entregar los vehículos, cuál sería el modelo de gestión y operación, entre otros aspectos. Decidimos darles identidad a los vehículos mediante un diseño bastante llamativo”.
Para lograrlo, se decidió darles una identidad visual «única y llamativa».
“Al vehículo de pasajeros, por ejemplo, lo brandearon con una ilustración de un oso, una especie emblemática de nuestros bosques. El diseño es muy original: cuando te sientas, tu cabeza parece formar parte del cuerpo del oso dibujado en el vehículo”, informa.
Por otro lado, los vehículos de carga dedicados a la recolección de residuos son operados en su mayoría por mujeres de más de 50 años.
Los minibuses de pasajeros fueron bien recibidos en las zonas turísticas a través de recorridos gratuitos.
“Ahora tenemos cuatro vehículos completamente eléctricos que ya están operando en la ciudad, lo que ha fortalecido el vínculo entre la ciudadanía y este proyecto piloto, generando una gran expectativa sobre el futuro de la movilidad sostenible en la ciudad”, subraya sobre el proceso de integrar la electromovilidad a la ciudad.
Infraestructura de carga y más aprendizajes a partir de la electromovilidad
Un aspecto clave es que los vehículos fueron diseñados para no depender de infraestructura de carga.
“Hay un dato técnico sumamente importante que descubrimos. Normalmente, cuando tienes un vehículo eléctrico, piensas que necesitas una red de electrolineras para cargarlo”, asevera.
En ese aspecto, uno de los descubrimientos que pueden servir de ejemplo para otras ciudades fue la capacidad de los minibuses para cargarse utilizando conectores estándar de 110 o 220 voltios, en lugar de depender de electrolineras.
“Este fue un gran aprendizaje para nosotros: ver que, como ciudad y país, podemos innovar y desarrollar tecnologías adaptadas a nuestras necesidades. Esto nos permite avanzar más rápido hacia soluciones de movilidad sostenible sin depender de una infraestructura que, en muchos casos, es costosa o inaccesible”, indica.
Otra lección fue la eficacia de los procesos participativos, como los fondos concursables, para fomentar la colaboración entre diversos actores, incluyendo el sector público, privado, universidades, academia y sociedad civil.
Finalmente, el proyecto demostró el potencial de los proyectos innovadores para despertar un gran interés en la ciudadanía y mejorar las condiciones de vida de muchas personas.
Un ejemplo es el impacto positivo en los recicladores de base, quienes ahora trabajan en condiciones más óptimas y eficientes gracias a los vehículos eléctricos.
Sobre SOLUTIONSplus
“Soluciones Integradas de Movilidad Eléctrica Urbana” es un proyecto financiado por el Programa de Investigación e Innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, tiene como objetivo la implementación de pilotos de movilidad eléctrica en 10 ciudades alrededor del mundo: Hanoi (Vietnam), Pasig (Filipinas), Lalitpur/Katmandú (Nepal), Kigali (Ruanda), Dar es Salaam (Tanzania), Quito (Ecuador), Montevideo (Uruguay), Madrid
(España), Nanjing (China) y Hamburgo (Alemania).