Siendo el hidrógeno una de las últimas apuestas por parte de Colombia, el Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de Energía (Fenoge) no se olvida de la movilidad y su descarbonización con este recurso.
“Para continuar acelerando la transición energética debemos seguir haciendo inversiones en energías renovables, seguir aprovechando el potencial que tenemos. Esa sería la primera línea gruesa para hacer inversiones”, asegura Emanuel Ramírez, coordinador líder técnico en hidrógeno de Fenoge.
Y destaca: “La segunda es la electrificación del transporte, el sector que pesa tanto en emisiones de gases de efecto invernadero”.
Esto es congruente con las últimas noticias del sector. Vale recordar que el mes pasado, la empresa Transmilenio presentó el primer bus a hidrógeno de Colombia, que estará a prueba por ocho años y empezará a rodar como piloto hacia julio.
La inversión total del proyecto fue de 22 mil millones de pesos, de los cuales el Fenoge otorgó nueve mil millones; Ecopetrol, alrededor de ocho mil millones; y Fanalca, unos cuatro mil millones.
“Otro foco es la investigación y el desarrollo. No se trata solo de una sustitución tecnológica, sino que comienzan a surgir un montón de necesidades y tendremos que priorizar inversiones”, señala durante un webinar.
Asimismo, el Fenoge debió salir a aclarar semanas atrás por qué se redujo la financiación de proyectos de hidrógeno dentro de su convocatoria “Más Hidrógeno Colombia”.
Gracias a esta iniciativa se beneficiarían diez proyectos, con un fondo de 6.570 millones de pesos para los estudios de preinversión, que seguirán sumando a la materialización de la Hoja de Ruta de Hidrógeno.
Algunos de los argumentos, por los cuales esto no terminó por cumplirse, se respaldaron en dificultades jurídicas y una maduración “temprana” de los proyectos, lo cual implicaba riesgos de inversión.
Hidrógeno y transporte: dos claves de Fenoge y la hoja de ruta colombiana
De esta manera, la búsqueda por cumplir con los ejes de la transición energética justa sigue adelante.
De hecho, Colombia cuenta con una serie de metas vinculadas al hidrógeno.
Se espera a 2030 una demanda de entre 1.500 y 2 mil vehículos ligeros de pila de combustible y en el segmento de transporte pesado de mil a 1.500. En tanto a infraestructura de carga se proyectan entre 50 y 100 hidrogeneras de acceso público.
No obstante, para integrar el hidrógeno al plan de descarbonización del transporte es necesario considerar tres pilares, o pasos, de transición energética, según la consultora Hinicio.
- Eficiencia energética: aquí debemos responder, ¿cómo hacemos para que cada kilómetro en un medio de transporte funcione de la manera más eficiente posible?
Por supuesto, los combustibles fósiles no son la mejor opción.
- Energías renovables: ¿cómo las integramos en los sistemas eléctricos que tenemos y garantizamos que operen óptimamente?
- Power-To-Ex: finalmente, hacer uso del hidrógeno e integrar los sistemas.