Así lo ha manifestado la vicepresidenta, Teresa Ribera, en su llegada al Museo Patio Herreriano de Valladolid al que ha accedido en bicicleta para inaugurar el Consejo informal de Ministros de Medio Ambiente y de Energía de la Unión Europea.
Para Ribera, el expediente de la orden Euro7 tiene respaldo técnico y del conjunto de los Estados miembro que asegura que coinciden en la «necesidad de garantizar una coherencia».
Todo esto, en las sendas de descarbonización de la economía y de facilitar a la industria un calendario «viable» de aplicación.
En ese sentido, confía en que aunque en Valladolid no está previsto ni siquiera tratar informalmente ese asunto, espera que todos coincidan en la necesidad de garantizar una coherencia en las sendas de descarbonización de la economía.
Y eso, en materia de transporte, incluye también otros aspectos como la movilidad, la mejora de la calidad del aire de nuestra economía.
Si bien, ha admitido que «es verdad» que el calendario de aplicación de la Euro 7 «debe ser viable».
También para que la industria incorpore las inversiones necesarias «de forma razonable».
Por ello, ve importante orientar ese calendario para facilitar coches eléctricos e ir abandonando poco a poco el motor de combustión, «no se quiebre como consecuencia de un calendario que no encaje bien».
En materia de medio ambiente, Ribera confía en lograr con los ministros de los Veintisiete un «enfoque completo» de asuntos «capitales» para la biodiversidad y lograr un «equilibrio» que de una respuesta firme en materia de cambio climático, preservación, restauración de la biodiversidad, conservación de suelos que nos dan la vida y el alimento y reducción de contaminación por plásticos.
En ese sentido, confía en poder «progresar» y también avanza en como comunicar mejor estas cuestiones a la ciudadanía y, por ello en estos tres días de cita informal en Valladolid conocerán distintas propuestas innovadoras.
Francia propone “olvidar” la Euro 7 y establecer un IRA europeo
Bruno Le Maire, Ministro de Finanzas de Francia, criticó duramente la Euro 7 en la inauguración de una gigafábrica de baterías del grupo ACC y llamó a fortalecer la industria europea.
“Tal vez sea mejor que nos olvidemos del estándar Euro 7 que va a costar dinero innecesario a nuestros fabricantes”, lanzó Bruno Le Maire, el ministro de finanzas de Francia.
La declaración la hizo en la inauguración de la gigafábrica de baterías de Automotive Cell Company (ACC), una empresa conjunta entre Stellantis, Mercedes-Benz y TotalEnergies, a través de su filial Saft.
Palabras tan contundentes en dicho evento no son casualidad.
El gobierno francés viene liderando un plan para reindustrializar el país y tomar el timón de la producción de los suministros necesarios en el futuro de la movilidad.
Francia comenzaría a producir baterías de alto rendimiento para vehículos eléctricos, un proyecto que se enmarca en la necesidad de cortar la dependencia con los productos asiáticos.
“Necesitamos invertir en las tecnologías del mañana, no en las de ayer” manifestó Le Maire.
Y agregó: “Necesitamos ser los mejores en vehículos eléctricos, no gastar dinero en estándares que ni China ni los Estados Unidos imponen a sus constructores”.
Con ello hizo referencia a la normativa Euro 7, que establece que los países miembros de la Unión Europea reduzcan las emisiones de los vehículos de motor cada determinados períodos.
Para 2025 las reducciones deberán reducirse un 45%.
Esto implica modificaciones técnicas de un coste tan significativo que varías empresas anunciaron que dejarán de producir algunos de sus modelos.
La Euro 7, sumada a la prohibición de vehículos a combustión para 2035, no fue bien recibida por los fabricantes.
La mayor crítica que realizan está vinculada a la exigencia de llevar dos líneas de inversión simultánea; una que estará prohibida y otra que es muy costosa.
Luca de Meo, CEO de Renault, y Carlos Tavares, CEO de Stellantis, sostienen que la aplicación del Euro 7 hará subir el precio de los coches hasta un 30%.
Son nueve los países europeos han declarado su oposición a la normativa: Francia, Italia, Alemania, República Checa, Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.
El ministro francés planteó que Estados Unidos y la Ley de Reducción de la Inflación ofrecen condiciones muy atractivas para los industriales europeos.