La reciente publicación en el Diario Oficial de la Federación del decreto que detalla los alcances del Plan México establece un punto de partida claro para el fomento a la industria de la movilidad eléctrica del país.
Tal como anunciara la presidente Claudia Sheinbaum en ocasión de presentar públicamente este paquete de medidas de fomento económico para el próximo sexenio, el sector de los vehículos eléctricos y bajas emisiones será protagonista.
En el decreto, que destaca el objetivo de incentivar «las acciones del sector privado para concretar inversiones, generar empleos y promover el desarrollo regional (…) e impulsar proyectos mediante esquemas de inversión mixta e infraestructura«, se estipula también el otorgamiento de «un estímulo fiscal consistente en una deducción adicional por los gastos asociados a estos rubros».
Según el texto oficial, «el estímulo consiste en optar por efectuar la deducción inmediata de la inversión en bienes nuevos de activo fijo, adquiridos a partir de la fecha de entrada en vigor del presente decreto y hasta el 30 de septiembre de 2030, deduciendo en el ejercicio en el que se realice la inversión la cantidad que resulte de aplicar al monto original de la inversión».
Dichos estímulos no serán aplicables a «automóviles propulsados con motores de combustión interna y equipo de blindaje de automóviles», especifica el decreto.
Los estímulos fiscales para vehículos eléctricos del Plan México
En un análisis a fondo de esta nueva reglamentación que establece una serie de medidas integrales para impulsar la movilidad eléctrica, se destacan acciones que promueven la compra y el uso de vehículos eléctricos, híbridos y propulsados por hidrógeno, en una clara política orientada hacia la descarbonización definitiva del parque automotor mexicano.
Estas medidas, que buscan acelerar la transición energética y posicionar a México como un líder regional en el sector eMobility, ofrecerán los siguientes estímulos fiscales:
- Para automóviles cuya propulsión sea a través de baterías eléctricas recargables, motor eléctrico que además cuenten con motor de combustión interna o con motor accionado por hidrógeno, autobuses, camiones de carga, tractocamiones, montacargas y remolques: deducción del 86% en 2025 y 2026, y del 83% para los adquiridos entre 2027 y 2030.
- Para bicicletas convencionales, bicicletas y motocicletas cuya propulsión sea a través de baterías eléctricas recargables: mismos porcentajes de deducción y periodos que el caso anterior.
Cabe destacar que la normativa especifica además: «El monto total de los estímulos fiscales que se autoricen a los contribuyentes será de hasta 30 mil millones de pesos distribuidos a partir de la entrada en vigor del presente decreto y hasta el 30 de septiembre de 2030″, con diferentes escalas según las actividades y bienes especificados en el decreto.
También, que para estos bienes de la industria eMobility (que están contemplados en el Artículo 1 del decreto) el estímulo «solo será aplicable respecto de aquellas inversiones que los contribuyentes mantengan en uso durante un periodo mínimo de dos años inmediatos siguientes al ejercicio en el que se efectúe su deducción inmediata».
Potencial impacto de los estímulos fiscales al sector EMobility
Las medidas gubernamentales contempladas en el Plan México eran muy esperadas por empresarios y divulgadores de la movilidad eléctrica en el país. Leonardo Beltrán, especialista en la materia, comenta a Mobility Portal Latinoamérica: «Me parece que, en términos de narrativa política, ha sido muy positiva la administración Sheinbaum, porque uno de los pilares que está impulsando es justo la electrificación y, particularmente, del transporte».

El Proyecto Olinia también es parte central del plan de estímulo a la movilidad eléctrica.
«En términos de datos, el año pasado se vendieron muchos más vehículos eléctricos que en el anterior, lo que evidencia una tendencia creciente en el mercado interno. Esto evidentemente tiene que ver no solamente por incentivos o estímulos fiscales, sino por la competitividad de la tecnología de los, por ejemplo, vehículos eléctricos e híbridos, que en igualdad de condiciones son mucho menos costosos, incluyendo ya la operación diaria, que los de combustión interna», agrega.
Y ejemplifica: «Si a estas novedades le sumamos que en Ciudad de México hay este esquema de ‘hoy no circula’, donde los vehículos de combustión, si no son nuevos, tienen alguna restricción, pues prácticamente tienen que dejar su coche al menos un día a la semana y eso es algo que impacta directamente al consumidor de ese tipo de vehículos».
«Entonces, con respecto a la movilidad eléctrica yo te diría que la narrativa se está compatibilizando con la dinámica de mercado y con lo que está ocurriendo a nivel internacional, por ejemplo, en términos de cambio climático. En resumen, hace que sea mucho más prometedor el desarrollo de la industria de la electromovilidad en México», concluye Beltrán.