La infraestructura de recarga en España se mantiene escasa: inconvenientes para la instalación, demasiados puntos fuera de servicio y largas esperas burocráticas.
Todos estos factores influyen en el desarrollo interno de la movilidad eléctrica pero no así en el desenvolvimiento industrial del país, ya que la fabricación de puntos de recarga es alta y se exporta.
Al igual que pasa con los coches, se vende más fuera que dentro.
Los datos que maneja la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) muestran que de las 360.000 unidades de recarga que se fabricaron en 2022 en España.
Unos 315.000 cargadores se vendieron al extranjero, lo que supuso una facturación de 300 millones de euros.
Estas cifras se extraen del Anuario de movilidad eléctrica 2022-2023.
Esto quiere decir que España exporta el 87% de sus puntos de recarga fabricados en el país.
Dónde se exportan los puntos de carga
Como se puede deducir, sólo el 13% de las unidades fabricadas por empresas españolas se quedan en el país.
Los fabricantes piden «a las administraciones que pongan en valor e incentiven el producto nacional en los concursos públicos», según sus representantes declararon a Europa Press.
Estas declaraciones llegan después de que el último concurso para instalar puntos de recarga para el parque de la Guardia Civil lo ganara una empresa asiática
¿A dónde van los puntos de recarga fabricados en España?
De cara a 2023, las empresas españolas de fabricación de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos estiman una producción de 480.000 unidades.
Los principales mercados de exportación son Alemania, Francia o Italia en Europa, Oriente Próximo en Asia y Estados Unidos o Canadá en América, entre otros.
Más de un tercio de estas estructuras de recarga, un 38% de los 21.573 operativos, fueron instalados el año pasado.
AEDIVE estima que, de no haber sido por las barreras administrativas, la cifra habría alcanzado un 54%.
La asociación asegura que a finales de diciembre había un total de 7.400 infraestructuras de recarga no operativas por motivos de acceso a la red o por falta de permisos, algo que frena la expansión del parque de recarga público.
Mayores fabricantes de puntos de recarga
Wallbox
La empresa española, que vio sus inicios en 2015, ya cuenta con una amplia cantidad de plantas y nuevos proyectos para abrir nuevas.
Actualmente, produce unos 1.200 cargadores diarios, una cantidad que la compañía prevé cuadruplicar para llegar al millón de cargadores anuales en 2025 solo en esta fábrica.
CIRCUTOR y CIRCONTROL
Por su parte, en Viladecavalls se encuentran Circontrol y Circutor, dos empresas del Grupo Circutor con tecnología propia donde la innovación es un reto constante.
Circontrol fue fundada en 1997 y lanzó su primer cargador de vehículo ya en 2008.
Desde entonces no ha parado de ampliar su catálogo que va desde la carga doméstica a la ultrarrápida.
Actualmente, su principal planta de producción de cargadores está ubicada en Viladecavalls (Vallès Occidental) y cuenta con una superficie de 9.000 metros cuadrados.
Uso desigual de puntos de recarga
La inversión en infraestructura fue de 220 millones de euros el año pasado.
La media nacional de uso, sin embargo, se queda en un 4,2%.
AEDIVE ha hecho hincapié en que la diversidad de afluencias en los puntos de recarga: mientras que hay algunos en los que hay grandes colas, a otros apenas se les da uso.
Igualmente, del total de puntos de recarga instalados a final de 2022, el 65% es de carga superior a los 22 kilovatios.
De este porcentaje, el 30% son de carga rápida y alta potencia hasta 400 kW y el 35%, de baja potencia (menos de 22 kW).
Desde la asociación aseguran que este dato «desdice» las opiniones que señalan que la mayoría de puntos de carga en España son de baja potencia.