La cuestión de estándares e interoperabilidad en infraestructura de carga para vehículos eléctricos está muy en boga en Chile teniendo en cuenta el incremento del parque vehicular de estas tecnologías en materia de movilidad.

Días atrás, Portal Movilidad consultó sobre el tema al Ministro de Energía Juan Carlos Jobet, quien mencionó: “Es un tema muy interesante que debemos estudiar responsablemente, en donde se presentan varias alternativas, por lo que siendo un país netamente importador, por el momento, debemos evaluar las consecuencias económicas y técnicas de cada una de ellas”.

Entonces, ¿es un punto que debiera regularse? ¿Hay que dejar que el mercado actúe por sí mismo como hasta ahora? ¿Qué consecuencias puede tener la definición por normativa de un único estándar?

Al momento de definir una reglamentación, va a ser de relevante importancia -como mencionó el Ministro- tener en cuenta que Chile es un país importador y cómo puede afectar al mercado de la electromovilidad una resolución sobre estándares de comunicación y cargadores.

Para conocer opinión al respecto, Portal Movilidad habló con el ingeniero civil eléctrico Hernán López, consultor de Implementa Sur, una consultora experta en cambio climático.

“Dado que hasta hoy hay pocos autos eléctricos circulando no ha sido un tema, pero se espera que en los próximos años haya una penetración importante y comience a ser importante regular estos aspectos”, introduce López.

A su vez, el profesional pone sobre la mesa que es importante considerar dos escenarios distintos: uno en transporte público y otro para transporte privado.

Hernán López, consultor de Implementa Sur.

“En transporte público los mayores proveedores de buses eléctricos, o con quienes mejor funcionaron las relaciones comerciales fue con China, y ellos te proveen de un bus que es casi a la medida, entonces es fácil solicitar al proveedor sobre qué tipo de cargador querés y el proveedor lo va a hacer”, opina el consultor.

“El desafío es más difícil por el lado privado”, asegura el ingeniero quien sostiene que para este nicho no se trataría de un problema central porque las cargas se van a realizar en las casas aunque puede haber algunas cargas de oportunidad en oficinas o lugares públicos.

Las consecuencias de definir un estándar único pueden ser, entre otras, limitar el mercado, que proveedores de autos no puedan entrar al país o tengan que adaptarse y retrasar la entrada de tecnologías.

“En esta situación no creo que debería haber un estándar demasiado rígido, ojalá el mercado tienda a eso y se unifiquen ciertos criterios, al igual como sucedió con los cajeros automáticos -que todos poseen un estándar de comunicación y uso independiente del banco donde operes- donde se pueda resguardar la competencia de productos de calidad para el desarrollo del mercado local sin concentrar el mercado”, concluye Hernán López.