La transición hacia la electromovilidad en el Caribe no solo plantea un cambio significativo en la operatividad de las flotas corporativas, sino también un abanico de oportunidades para las empresas que deseen participar en este ecosistema en crecimiento.
Desde fabricantes de vehículos hasta concesionarias y proveedores de infraestructura de carga, la región se presenta como un mercado atractivo de cara a 2025.
El Canal de Panamá: un mercado con necesidades específicas
El Canal de Panamá está en proceso de electrificar su flota como parte de su meta de neutralidad de carbono para 2050.
Esta empresa buscó incrementar su flota eléctrica de 26 a 46 vehículos para finales de 2024.
Sin embargo, enfrentó una barrera importante: la limitada disponibilidad de pickups eléctricas adaptadas a sus exigentes operaciones.
“Necesitamos vehículos que puedan operar en terrenos complejos y transportar grandes cargas. Actualmente, no hay muchas opciones disponibles en el mercado local,” explica José Luis Ramírez, gerente administrativo de Mantenimiento de Flotas y Equipos del Canal.
Esta situación abre una ventana para fabricantes y concesionarias dispuestas a desarrollar o importar modelos que cumplan con las especificaciones técnicas necesarias.
Además, empresas especializadas en personalización de vehículos podrían ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades operativas del Canal.
Grupo Bimbo y la demanda de infraestructura en Honduras
Con una flota eléctrica que debía alcanzar 44 unidades para finales de 2024, Grupo Bimbo en Honduras ha demostrado que la movilidad eléctrica es viable y rentable en el transporte de distribución.
“Nuestros vehículos eléctricos completan varias rutas diarias con costos operativos inferiores a los del diésel y contribuyen a reducir nuestras emisiones de carbono,” comenta Clarissa Soriano, gerenta de Bimbo Honduras.
No obstante, el crecimiento de esta flota requiere una infraestructura de carga eficiente y amplia, lo que genera oportunidades para proveedores de cargadores y empresas dedicadas al desarrollo de estaciones de carga.
Los retos iniciales de costos de adquisición y adaptación de infraestructura también destacan la importancia de consultoras especializadas en optimización de rutas y financiación, servicios que podrían ser clave para otras empresas en el Caribe interesadas en replicar este modelo.
Coca-Cola FEMSA: proveedor clave de camiones y cargadores
La electrificación parcial de la flota de Coca-Cola FEMSA en Costa Rica y Panamá, que incluye 50 vehículos eléctricos livianos y camiones Volkswagen e-Delivery, se apoya en una red de 31 cargadores instalados en centros de distribución.
“Hemos comprobado que la electrificación es una inversión a largo plazo que no solo reduce nuestras emisiones, sino que también mejora la eficiencia operativa,” destaca Carlos Castillo, Jefe de Transportes para Centroamérica Sur.
Esta estrategia crea un ecosistema donde las concesionarias de vehículos eléctricos, empresas de leasing, fabricantes de cargadores y desarrolladores de software para gestión de flotas tienen un rol fundamental.
Además, los distribuidores locales podrían capitalizar el creciente interés por modelos eléctricos de carga mediana y liviana.
El BCIE como aliado financiero
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) ha demostrado ser un socio estratégico al ofrecer financiación para la electrificación de flotas en la región.
Este respaldo es una invitación directa para empresas tecnológicas y de consultoría a ofrecer servicios que maximicen el impacto de estas inversiones.
Proveedores de soluciones de gestión energética, compañías de seguros y desarrolladores de software también tienen la oportunidad de ingresar a este mercado como actores clave en la transición.
Hacia un ecosistema colaborativo
El avance de la electromovilidad en el Caribe no es solo una cuestión de sostenibilidad; también representa un campo abierto para negocios.
Fabricantes, concesionarias, desarrolladores de infraestructura y proveedores de servicios tienen la oportunidad de posicionarse como líderes en una región que busca acelerar su transición hacia la neutralidad de carbono.
Empresas interesadas en ingresar a este mercado pueden aprovechar la experiencia de casos como los de Bimbo y Coca-Cola FEMSA para entender las necesidades locales y diseñar soluciones personalizadas.
Con 2025 en el horizonte, el Caribe está listo para consolidarse como un polo de innovación y oportunidad en la movilidad eléctrica.