La adopción de vehículos eléctricos en Latinoamérica presenta marcadas desigualdades. La disparidad en el desarrollo de políticas públicas para impulsar la electromovilidad es evidente entre los distintos países de la región.
Por ejemplo, Colombia se posiciona como líder regional en movilidad eléctrica a través de diferentes iniciativas, mientras Perú registra un récord de ventas de vehículos electrificados a pesar de no contar con una ley específica sobre electromovilidad.
Por otro lado, Ecuador enfrenta dificultades para avanzar debido a una crisis energética que frena su crecimiento en este sector ni permite desarrollar una red de carga eficiente.
Entre los puntos destacados en la región, se encuentra el compromiso del presidente Gustavo Petro de transformar a Colombia en un referente en la producción y ensamblaje de vehículos eléctricos.
En Ecuador, la próxima reglamentación sobre interoperabilidad de infraestructura de carga genera expectativas, mientras que en Perú, el Puerto de Chancay emerge como una oportunidad para consolidar al país como un centro estratégico para la electromovilidad.
A grandes rasgos, y tras un análisis detallado del sector, surge un común denominador en la región: la dificultad de desarrollar una red de carga eficiente.
Aunque cada país enfrenta esta problemática con sus propias particularidades, el desafío es el mismo: ¿cómo impulsar la infraestructura de carga este 2025?
A continuación, Mobility Portal Latinoamérica analiza en detalle el panorama de cada país y los principales desafíos que enfrentan para impulsar la transición hacia una movilidad más sostenible en 2025.
Colombia, lider en electromovilidad
Sin lugar a dudas, el país emerge como un referente en electromovilidad en la región.
En 2024, el país registró un crecimiento del 147% en las ventas de vehículos eléctricos, alcanzando 9.193 unidades vendidas.
Este avance se enmarca dentro de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (ENME), que busca incorporar 600.000 vehículos eléctricos para 2030.
El mercado colombiano cuenta con una fuerte presencia de marcas chinas, especialmente BYD, que lideró las ventas en 2024 con modelos como el BYD Seagull y el BYD Yuan Up .
Sin embargo, a pesar de estos avances, persisten desafíos en infraestructura de carga y en la necesidad de fortalecer la producción local para garantizar la sostenibilidad del crecimiento en el sector.
Los esfuerzos del Gobierno, al menos en iniciativas, son contundentes. Hay dos hechos muy importantes: la reglamentación del Fondo de Ascenso Tecnológico y el Plan de Reindustrialización de la movilidad eléctrica.
El Ministerio de Minas y Energía de Colombia anunció un plan de reindustrialización de la movilidad eléctrica con cuatro políticas públicas que buscan incentivar la cadena de valor local y fortalecer la competitividad de empresas del sector.
Las acciones están enfocadas en explotar el potencial que tiene Colombia para producir y exportar vehículos eléctricos nuevos. El país tiene ocho ensambladoras ya instaladas y más de 300 empresas dedicadas a la producción de autopartes y carrocerías.
Se pusieron sobre la mesa, la regulación y estandarización de elementos de la electromovilidad y el despliegue de estaciones de carga y electrolineras a través de un Plan Maestro de Infraestructura de Carga 2024-2026.
Entonces, ¿cuál es el talón de Aquiles de Colombia?
A pesar de la normativa de estandarización implementada por el Ministerio de Minas y Energía en 2021, que se inclina por conector Tipo 1, en el país conviven hasta siete tipos de conectores en las estaciones de carga para vehículos eléctricos.
Según UPME, entre los conectores disponibles en todo Colombia, el Tipo 2 es el más común, con un total de 172 conectores, seguido por Tipo 1 con 110 conectores y CHAdeMO con 34 conectores.
Los conectores CCS1 y CCS2 tienen una presencia menor, con 24 y 17 conectores, respectivamente, mientras que GB/T AC cuenta con 13 conectores y CEE es el menos común, con solo 3 conectores en todo el país.
En cuanto al tipo de carga: hay 17 estaciones de carga lenta, 121 de carga semi rápida y 48 de carga rápida.
Además, el año que pasó, el país presentó sus condiciones de interoperabilidad para estaciones de carga de acceso público con su plataforma digital: CargaME.
Fue anunciada en abril, junto con las condiciones de interoperabilidad para las estaciones de carga de acceso público, facilitando que los usuarios puedan cargar sus vehículos eléctricos en cualquier estación a nivel nacional sin restricciones.
Según detalla Mobility Portal Latinoamérica, la plataforma actualmente tiene registrados unos 100 puntos de carga, pero de acuerdo con cifras de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el total de estaciones en el país asciende a 186.
Esto significa que no todas las estaciones de carga están registradas oficialmente, lo que impide una visión completa de la red.
Ecuador y la electromovilidad, pasos lentos pero firmes
Ecuador muestra avances en la adopción de vehículos híbridos, con un crecimiento del 21,8% en 2024, alcanzando 12.726 unidades vendidas.
Sin embargo, las ventas de vehículos eléctricos disminuyeron un 2,5%, registrando 1.778 unidades.
La falta de infraestructura de carga adecuada y la ausencia de incentivos específicos para vehículos eléctricos frenan su adopción.
El mercado ecuatoriano está dominado por marcas asiáticas, con una fuerte presencia de fabricantes chinos.
No obstante, para que Ecuador avance en la transición hacia la movilidad eléctrica, es esencial desarrollar una red de carga eficiente y establecer políticas que incentiven la adquisición de vehículos eléctricos.
Además, se requiere una reclasificación arancelaria que distinga entre diferentes tipos de tecnologías híbridas y eléctricas, promoviendo aquellas que ofrecen mayores beneficios ambientales .
En este contexto, el mercado ecuatoriano se encuentra en un punto de inflexión: el crecimiento de los híbridos refleja un avance en la transición energética, pero el estancamiento de los eléctricos plantea interrogantes sobre el futuro de la electromovilidad en el país.
¿Será 2025 el año en que los eléctricos finalmente tomen el protagonismo?
Fuentes cercanas revelaron a Mobility Portal Latinoamérica que están trabajando en impulsar un reglamento de interoperabilidad que establezca un tipo de conector para desarrollar la infraestructura de carga.
Leer más: ¿Híbridos al alza y eléctricos en pausa? Una mirada sobre Ecuador
Perú, el crecimiento de los vehículos eléctricos en medio de la crisis
A pesar de la ausencia de una Ley de Electromovilidad y de una infraestructura de carga eficiente, Perú logró un incremento del 47,23% en las ventas de vehículos electrificados en 2024, alcanzando 6.602 unidades.
A simple vista, podría decirse que este crecimiento se debe en parte al fortalecimiento de relaciones comerciales con China y a la apertura del puerto de Chancay, que en un futuro comenzará a facilitar la importación de vehículos eléctricos y componentes.
Sin embargo, acá también la falta de políticas públicas claras y de incentivos fiscales limita el potencial de crecimiento.
Uno de los acontecimientos más relevantes en 2024 fue el viaje de la presidenta Dina Boluarte a China, donde se discutieron posibles alianzas estratégicas para incluir a Perú en la cadena de ensamblaje de BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo.
Este acuerdo, de concretarse, podría transformar el panorama de la movilidad eléctrica en el país, posicionando a Perú como un nodo estratégico en América Latina.
El desarrollo de la infraestructura de carga es un problema.
Según un mapeo realizado por Mobility Portal Latinoamérica en octubre 2024, el país cuenta con un total de 64 puntos de carga, de los cuales 51 son de Corriente Alterna (AC) y sólo 13 de Corriente Continua (DC).
La capital lidera la infraestructura de carga con 33 cargadores instalados: 15 son públicos y 18 privados, según datos proporcionados por la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE Perú).
Esto no es un dato menor en un contexto donde no hay leyes que regulen ni fomenten la electromovilidad.
De hecho, la mayoría de los puntos de carga son privados, con 40 estaciones en esta categoría frente a las 24 públicas
Las ciudades que siguen a Lima tienen menos de 10 cargadores.
Arequipa, Cusco y Puno son algunos ejemplos, donde los puntos se distribuyen entre públicos y privados.
Las ubicaciones más comunes para las estaciones son en centros comerciales, hoteles y algunas instituciones educativas.