Este lunes en una declaración institucional el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado quién dirigirá el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Sustituyendo a Reyes Maroto ingresa Héctor Gómez, exportavoz del Grupo Parlamentario Socialista y actual presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados.
El funcionario asume el cargo que viene de la mano de una larga lista de pendientes relacionada con la electromovilidad.
En palabras del propio presidente, deberá seguir transformando el modelo productivo, gracias a los fondos europeos, para modernizar los grandes sectores de la economía, como lo es el mundo de la automoción.
¿Quién es Héctor Gómez?
Nacido en noviembre de 1978 y graduado en Derecho, licenciado en Ciencias del Trabajo y diplomado en Turismo, Gómez ha desarrollado su trayectoria profesional en el sector privado y público.
Fue diputado del Parlamento de Canarias entre 2015 y 2018, fue director general de Turespaña en 2018 y 2019, año en el fue elegido diputado del Congreso por la circunscripción de Tenerife.
Se ha desarrollado en el sector empresarial turístico y entre sus primeras tareas deberá abordar la ejecución de los fondos para respaldar la transición a la electromovilidad.
Avanzar sobre el PERTE VEC
Reyes Maroto delega en su salida la ejecución del segundo PERTE del coche eléctrico después de que la primera asignación de fondos fuera de alrededor del 30% de los fondos solamente, lo que causó incertidumbre en el sector.
Sobre su mesa de trabajo, Héctor Gómez se topará con la distribución de 2.100 millones de euros de este plan estratégico de fondos europeos de recuperación que gestiona el Gobierno central.
Hasta el momento no ha dado señales en torno a su visión de esta industria, lo que hace que el mundo del motor este atento a las primeras fichas que movera el funcionario.
Mientras tanto, el proyecto ya esta en marcha de la mano del comisionado especial para el PERTE del vehículo eléctrico, José María López.
El mismo ya ha anunciado se lanzará una primera convocatoria específica para baterías en junio y una segunda convocatoria general en septiembre por concurrencia simple.
Caso Ford
Colocando la lupa sobre los posibles adjudicatarios de estos millones de euros pueden verse casos específicos que requieren la atención del nuevo ministro como sucede con Ford.
La empresa norteamericana espera poder acceder a una buena porción de los fondos en cuestión para electrificar su planta de Almusafes, pero en medio entra en juego su reducción de plantilla de trabajadores.
El anuncio no fue pasado por alto por Reyes Martoto, quien al conocer que el ERE pone en riesgo el 19% de la plantilla de la fábrica, ha avisado que la recepción de ayudas dependerá del mantenimiento de los puestos de trabajo en la factoría valenciana.
Según se ha detallado, el grueso de los despidos a nivel local concentrará cerca de 960 de entre los 1.144 planteados por la firma, asunto que deberá ser seguido de cerca por el nuevo ministro de Industria.
Atraer nuevas gigafactorías
La “to do list” de Héctor Gómez en materia de electromovilidad no queda aquí.
Las negociaciones para atraer nuevas gigafactorías al país es otro de los puntos que tiene peso para el Ministerio de Industria.
Ya con la conquista de la planta de Seat y Volkswagen en Sagunto de 40 GWh, Maroto seguía su carrera para captar más inversiones ligadas a la producción de baterías para coches eléctricos.
Carrera que deberá ser continuada por Gomez, quien todavía deberá atender los proyectos de Envision, en NavalMoral de la Mata (Cáceres), con 30 GWh.
Además, Phi4tech en Badajoz con 10 GWh; y Basquevolt en Vitoria, que podrá producir, cuando alcance su máximo, 10 GWh
Asimismo, todavía quedan por convencer a los autores de otros proyectos, como Inobat Auto, compañía que estudia invertir 3.000 millones en una fábrica de baterías en Valladolid.
A esto se suma el interés demostrado por el fabricante indio Tata, que planea poner una gigafactoría en Zaragoza.
Sin embargo, en ambos casos, Reino Unido aparece como contrincante de España para quedarse con las plantas. El futuro ministro tendrá que buscar alternativas para atraer este tipo de proyectos a nuestro país.
Pero en las manos del nuevo ministro estará la posibilidad de que la industria española sea lo suficientemente atractiva para que dichas iniciativas se instalen en el territorio.