Con el anuncio de diez nuevas electrolineras de carga rápida, Kia Ecuador avanza decididamente en la expansión de la movilidad eléctrica en el país. Estas nuevas estaciones, a inaugurarse en las próximas semanas, se sumarán a los 175 puntos de carga intermedia ya operativos en 17 ciudades.

El anuncio fue realizado por José Errazuriz, gerente general de Kia Ecuador, quien destacó el compromiso de la marca con el desarrollo de un ecosistema eléctrico robusto.

“Estamos tratando de hacer una red de conexión para la gente que usa vehículos eléctricos”, explicó el ejecutivo. “Todo lo estamos asumiendo como compañía, como aporte y apoyo a la transición hacia una movilidad eléctrica”.

Electrolineras en 10 ciudades estratégicas

Las nuevas estaciones estarán ubicadas en Santo Domingo, La Unión, La Independencia, Manta, Santa Elena, Cuenca, Ibarra, Tulcán, Ambato y Riobamba. Estos puntos estratégicos buscan garantizar cobertura nacional para los usuarios de vehículos eléctricos, especialmente en rutas interurbanas.

Las estaciones de carga rápida operarán con corriente de 440 voltios, lo que permite una carga completa en solo 20 minutos, frente a las 6 a 8 horas requeridas con cargadores de 220 voltios.

Kia ya opera electrolineras activas en Quito y Guayaquil, incluyendo estaciones en la Plaza de Toros, en la avenida Domingo Comín y cerca del aeropuerto José Joaquín de Olmedo.

Estas forman parte de una red fundamental para la movilidad eléctrica nacional, que busca brindar seguridad y conveniencia a los usuarios que necesitan recargar sus autos fuera del hogar.

Una inversión de más de $3 millones en movilidad eléctrica

La implementación de esta red representa una inversión superior a los $3 millones, destinados exclusivamente a la infraestructura de carga, según confirmó Errazuriz.

Inicialmente, la carga será gratuita para los propietarios de vehículos Kia, como una estrategia para incentivar la adopción de esta tecnología. “La decisión de comenzar a cobrar por el servicio se evaluará en función de la demanda”, sostuvo el ejecutivo.

Uno de los puntos de carga rápida más recientes fue instalado en conjunto con la cadena McDonald’s, en un local del norte de Quito. La alianza busca posicionar los puntos de carga en zonas de alto tráfico y espera replicarse en otras ubicaciones de la cadena.

Estas acciones refuerzan la visibilidad del proyecto de Kia y demuestran cómo las alianzas público-privadas y con actores del comercio son clave para el crecimiento de la movilidad eléctrica en Latinoamérica.

Portafolio de ocho modelos eléctricos para fines de 2025

Actualmente, Kia comercializa cinco modelos eléctricos en Ecuador: Niro, EV3, EV5, EV6 y EV9.

KIA es una de las marcas más vendidas de electrificados en Ecuador.

Para mediados de 2025 se sumarán vehículos de carga liviana para última milla, y se espera cerrar el año con un portafolio de ocho modelos completamente eléctricos, apuntando a distintos perfiles de usuario.

“Estamos vendiendo alrededor de 60 vehículos eléctricos al mes. Esperamos terminar el año con una participación del 50% en el mercado, vendiendo unos 120 al mes”, estimó Errazuriz, quien también destacó que Kia ya alcanza un 35% de participación del mercado eléctrico en Ecuador.

Según datos de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), en el primer trimestre de 2025 se comercializaron 641 vehículos eléctricos en el país, lo que representa un crecimiento del 127,3% respecto al mismo período de 2024, cuando se vendieron solo 282 unidades.

Este contexto de crecimiento acelerado de la movilidad eléctrica en Ecuador coincide con la estrategia de Kia de garantizar la infraestructura antes de que la demanda masiva se concrete, lo que le da ventaja competitiva frente a otras marcas que aún no han desarrollado redes propias de carga.

Infraestructura de carga como ventaja estratégica

Una de las claves del éxito de Kia en el segmento eléctrico ecuatoriano es su apuesta anticipada por la infraestructura necesaria para una movilidad eléctrica consolidada.

La interoperabilidad de las estaciones —si bien inicialmente están configuradas para vehículos de la marca— también facilitará su futura apertura a modelos de otras marcas cuando el mercado lo justifique.

El enfoque es claro: crear confianza en el usuario, reducir la ansiedad por la autonomía y eliminar las barreras para el uso cotidiano de vehículos eléctricos, tanto en entornos urbanos como en rutas interprovinciales.