Una de las formas de transporte sostenible que mayores problemas ha tenido para insertarse en España han sido los patinetes. A propósito de esto, Xavier Fité Camarena, por dos años y medio director de operaciones a nivel europeo de Ride Hive, explica a Portal Movilidad que es todo un desafío: “No acabamos de abrir nunca porque la regulación es mala”.

“En Barcelona, por ejemplo, de momento no se puede operar porque no hay regulación”, grafica el experto en movilidad. El ayuntamiento tiene pendiente hacerlo desde que hace años se estipulara que para alquilar cualquier vehículo de movilidad personal se precise de un guía. “Ahora mismo el modelo de sharing no se puede hacer”, dice.

Si bien la más reciente regulación de transporte establece, entre otras cosas, que los patinetes no pueden circular por la acera, sigue siendo competencia de las ciudades hacer las regulaciones.

“En Madrid sí hay una regulación pero dando licencias por barrio: puedes operar en un barrio pero quizás no en otro, lo que a nivel operativo tiene un coste insostenible”, explica. Por la mañana se deben tener los patinetes en los barrios donde se cuenta la licencia, lo que implica un coste muy grande de traslado.

“Da aparte un muy mal servicio al usuario porque depende del barrio en que esté para usar una marca u otra, por lo que no tienes fidelización del cliente”, agrega el asesor en movilidad.

El caso del patinete

“Los ayuntamiento por ahora ven al patinete como un problema y no una solución”, explica Camarena, y lo considera la razón por la que “no se quieren meter en el asunto”. “Se ve añadir otra movilidad como un riesgo: que los vecinos se quejen, que haya un accidente, que quiera aparcar y el carsharing esté usando mi zona de parking…”.

Para Xavier, se trata de un modelo de negocio que necesita regulación al haber empresas con mucho dinero por detrás. “En París regularon al verse forzados porque había 70 mil patinetes en la ciudad y eso hacía ruido”, explica.

En el caso de España, parecería estar rezagada mientras que otras grandes ciudades europeas han visto cómo integrar el patinete en un plan sólido. “Todas la ciudades acaban yendo a regulación”, asegura.

El trabajo por delante

En primera instancia, el profesional remarca que se debe invertir en infraestructura de movilidad. “Se habla de dejar el coche pero se invierten millones en una línea de metro nueva y no en infraestructura para movilidad más flexible”, como los carriles bici, destaca Camarena.

En segundo lugar, afirma que debe quitarse cierta animadversión para los operadores y verlos como partners, lo que exige regulación: “Para que se dé un buen servicio, hay que regular y limitar el número de operadores”, dice. “Si tienes en competencia 15, habrá un caos que no podrás controlar. Soy de la opinión de pocos operadores con muchos patinetes, y evaluarlos”.

Para Xavier los incentivos juegan un rol clave, además de los hubs de transporte. “Hay que hacer que sean más desarrollados, con diferentes tipos de movilidad que puedas ir cambiando”. Esto exige una colaboración público privada “que te dará las regulaciones que ayudan a lograrlo”.

Otro punto que puede ofrecer soluciones de cara al futuro es el testeo. “Se debe invertir tiempo y dinero para que esto funcione: hagamos tests de un año y se cambia la regulación si no funciona, además de aumentar el presupuesto en el transporte como se lo hace con el metro”.

“Para que en el 2030 seamos neutrales en emisiones no se trata de vender todos los coches eléctricos sino hacer una inversión”, asegura, a la vez que reclama: “Entramos en discusiones filosóficas pero sin el detalle cómo lo vamos a hacer”.