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lunes 14 de abril de 2025
Sin fin. Industria automotriz global sufre nuevo golpe en la guerra de aranceles EE.UU – China
La escalada de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China alcanza un nuevo punto crítico con la imposición de aranceles adicionales a semiconductores, lo que también afecta a la industria automotriz global.
Los líderes de EE.UU y China pelean aranceles que afectan a la industria automotriz.
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Bajo el argumento de «proteger las industrias nacionales», los gobiernos de Estados Unidos y China están generando repercusiones significativas en la cadena de suministro automotriz global.​

La escalada de tensiones comerciales ha alcanzado un nuevo punto crítico con la imposición de aranceles adicionales a productos clave como semiconductores.

El presidente Donald Trump anunció la implementación de nuevos aranceles del 25% a los semiconductores importados, con detalles específicos que se darán a conocer esta semana.

Esta medida se suma a los gravámenes existentes sobre productos como acero, aluminio y automóviles, y forma parte de una estrategia más amplia para incentivar la producción nacional de bienes estratégicos.​

«Queremos fabricar nuestros medicamentos en este país (…) para que, en caso de guerra, o lo que sea, no dependamos de China ni de otros países», afirmó Trump, destacando la necesidad de reducir la dependencia de proveedores extranjeros en sectores críticos. como el automotriz, muy afectado en los últimos años.​

Además, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, confirmó que la exclusión temporal de productos como smartphones, componentes de ordenadores y chips semiconductores será revertida en breve, y que estos productos estarán incluidos en los aranceles sobre semiconductores, que probablemente entrarán en vigor en uno o dos meses.​

China responde con restricciones a exportaciones de minerales clave

En respuesta a las medidas estadounidenses, China anunció la suspensión de exportaciones de ciertos minerales de tierras raras, esenciales para la fabricación de semiconductores, vehículos eléctricos y componentes aeroespaciales.

Esta decisión busca ejercer presión sobre Estados Unidos, dada la dependencia de la industria tecnológica estadounidense de estos materiales, incluso para su propia producción automotriz.​

El Ministerio de Comercio chino instó a Estados Unidos a «suprimir completamente la práctica errónea de los aranceles recíprocos» y a «volver al camino correcto del respeto mutuo», en un intento por reanudar un diálogo actualmente quebrado entre Xi Jinping y DonaldTrump, algo que se agravó en las últimas semanas.

Impacto en la industria automotriz global

La industria automotriz de Norteamérica sigue en alerta.

La industria automotriz de Norteamérica sigue en alerta ante la guerra comercial.

La imposición de aranceles del 25% a los automóviles importados por parte de Estados Unidos afecta directamente a la industria automotriz global, especialmente a fabricantes que dependen de cadenas de suministro internacionales.

Según un informe citado por EFE, los aranceles propuestos por Estados Unidos a los vehículos fabricados en China, Canadá y México tienen el potencial de afectar al 20% de las ventas de automóviles en ese país.​

En particular, los vehículos eléctricos chinos enfrentan un arancel del 125%, lo que podría limitar su competitividad en el mercado estadounidense.

Esta medida también podría incentivar a los fabricantes a reconsiderar sus estrategias de producción y exportación, buscando mercados alternativos o relocalizando parte de su producción.​

Repercusiones en las cadenas de suministro y precios

La guerra comercial entre Estados Unidos y China está generando incertidumbre en las cadenas de suministro globales, especialmente en sectores que dependen de componentes importados, como la industria automotriz.

Las empresas enfrentan desafíos para mantener la eficiencia y competitividad, y es probable que los costos adicionales derivados de los aranceles se transfieran a los consumidores, afectando los precios de los vehículos.​

Además, la interrupción en el suministro de minerales de tierras raras por parte de China podría afectar la producción de vehículos eléctricos y otros productos tecnológicos, exacerbando los desafíos para la industria automotriz.​

Ante este panorama, las empresas automotrices y los gobiernos están evaluando estrategias para mitigar el impacto de la guerra comercial. Algunas posibles soluciones incluyen la diversificación de proveedores, la relocalización de la producción y la búsqueda de acuerdos comerciales que reduzcan las barreras arancelarias.​

La situación actual también destaca la importancia de fortalecer la autonomía tecnológica y la resiliencia de las cadenas de suministro, mediante inversiones en innovación y formación de talento en sectores clave como la fabricación de semiconductores y vehículos eléctricos.

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