La urgencia de una estandarización de los cargadores ya no pasa inadvertida en ningún país de Latinoamérica, los cuales suelen poseer una multiplicidad de conexiones distintas.

Para Rodrigo Centineo, CTO de E-Drive, este es un punto fundamental a regular de inmediato. “Hay que tomar una decisión lo antes posible porque la base instalada cada vez crece más. Llegar a un acuerdo cuando la base es demasiado grande, puede llegar a complicar mucho la toma de medidas en lo que ya existe”, indica el empresario, en el especial sobre infraestructura de carga para vehículos eléctricos en Latinoamérica y Caribe.

El rol de la homologación recae en manos del sector público, el cual, además, según Centineo, debe ejercer una regulación enfocada “al incentivo fiscal, de uso, a programas de infraestructura eléctrica y a la agilización de los trámites para contratar e incorporar flotas de transporte público eléctricas”.

Rodrigo Centineo, CTO de E-Drive

Por otra parte, en el sector privado, Centineo asegura haber visto a la industria automotriz en una función “muy protagonista”, a través de diferentes programas en los que invierten en cargadores.

“Para que el proyecto sea exitoso creemos en la convergencia de 4 actores principales: la industria financiera, promoviendo la inversión y el financiamiento; la industria inmobiliaria, impulsando el uso de sus espacios; la industria energética, fomentando nuevos modelos de negocios. Todo esto englobado a través de operadores y desarrolladores de redes de carga. Esto va a agilizar mucho los proyectos”, afirma el representante de E-Drive.

A la par de este debate, desde su lugar como compañía prestadora de servicios, E-Drive debe continuar y hace foco en los tipos de usuario que usarán sus estaciones, antes de diseñarlas. “No es lo mismo diseñar para una flota eléctrica, que pensar una estación que va a estar abierta al público en general. A partir de esto, podemos decidir qué conectores vamos a utilizar”.

Y continúa: “Luego pasamos a la ubicación. Las conexiones entre las ciudades son las más típicas, y más utilizadas hoy para la carga rápida. Sin embargo, nosotros creemos que, en las ciudades, va a ir creciendo la demanda de la carga rápida porque solucionan la carga cotidiana del usuario, que no va a poder tener cargadores en casa y va a necesitar la carga cotidiana como carga rápida”.

El tercer punto que se tiene en cuenta es el de la “capacidad eléctrica de la zona”. “Es el punto medular para diseñar la estación”, afirma Centineo, y añade: “Considerando esto, podemos definir qué cargador vamos a usar. En DC tenemos cargadores desde 25 hasta 350 kilovatios, Es un espectro muy amplio de potencias y de cargadores, lo cual influye bastante en la ingeniería”.

Por último, pero no menos importante, el empresario recuerda que hay que tener en cuenta las amenidades del lugar, que el usuario podrá disfrutar durante el tiempo de carga.