El gobierno de Panamá posee una flota oficial de 13.000 vehículos y, según la Ley N.º 295, para 2025 debe haber un 10% de ellos electrificados, es decir, 1.300 unidades cero emisiones.
Para el próximo año solo faltan seis meses, y dicho objetivo está retrasado. Uno de los motivos es el Convenio Marco, diseñado para facilitar la adquisición de estos automóviles por parte de las instituciones públicas, que enfrenta importantes obstáculos.
Las principales barreras incluyen la escasa cantidad de marcas que ofrecen vehículos eléctricos. En consecuencia, solo la automotriz KIA figura en los renglones de dicho convenio, con su modelo SOUL EV, destinado para electrificar flotas oficiales.
Vale mencionar que el mismo fue relanzado en 2022, cuando la oferta de modelos cero emisiones era más limitada.
«La oferta de vehículos eléctricos no era abundante en su inicio, lo que llevó a la Dirección General de Contrataciones Públicas a reducir la cantidad de renglones. Hoy en día, el mercado ha crecido, pero las restricciones impuestas por el convenio limitan la participación de nuevas marcas«, comenta Alexander Fragueiro, Consultor Externo Energético de Panamá, a Mobility Portal Latinoamérica.
Para 2024, el objetivo es relanzar el Convenio Marco con una participación más amplia de proveedores nacionales.
Se busca que más empresas puedan ofrecer sus vehículos, aumentando así la transparencia y facilitando el recambio de flotas oficiales.
Asimismo, el consultor sugiere que una consulta pública con todos los actores del gremio podría identificar las barreras y facilitar una mayor participación.
Además, propone revisar y ajustar los requisitos técnicos y de operación para adaptarlos a la realidad del mercado actual.
Las instituciones interesadas en la electrificación de sus flotas, como la Autoridad del Canal de Panamá y la Universidad Tecnológica de Panamá, ya están avanzando en la adquisición de vehículos eléctricos porque no dependen únicamente del Convenio Marco, como si lo hacen otras partes del Gobierno.
Sin embargo, el éxito del Convenio Marco depende de su capacidad para adaptarse y permitir una mayor competencia entre proveedores.
La transición gubernamental, que comenzó el 1 de julio, también juega un papel crucial en este proceso.
Se espera que los nuevos líderes prioricen los proyectos de transición energética y continúen el trabajo realizado por las administraciones anteriores.
En línea con ello, según explica Fragueiro: «Es un tema que se debe retomar genuinamente con la Dirección de Contrataciones Públicas lo más pronto posible, de tal manera que se pueda mejorar la meta 2025 con respecto a la incorporación de vehículos para flotas oficiales.»
El market share panameño acompaña la electrificación de flotas
Cabe destacar que, actualmente, Panamá cuenta con 27 marcas y 55 modelos cero emisiones.
Estas son algunas de todas las opciones que podrían sumarse al Convenio Marco:
- BYD presenta una diversa oferta de modelos eléctricos, como el hatchback BYD D1, el BYD Seagull, el camión BYD Truck, la camioneta BYD Song Plus, el BYD T3, el sedán BYD Han, el BYD Seal y la camioneta BYD Yuan EV360.
- Changan ofrece el hatchback eléctrico E-Star, y la marca Rivian incluye la camioneta Rivian R1S y la Rivian Pick Up.
- El caso de Skywell presenta la camioneta ET5, mientras que DongFeng ofrece una gran variedad de modelos, como el panel DongFeng Panel, la DongFeng Pick Up, el DongFeng Friday y el sedán DongFeng Forthing S60.
- Farizon complementa la oferta con su camión eléctrico y el panel Yuan Cheng.
Los desafíos del nuevo gobierno
El pasado mayo, los panameños eligieron al nuevo presidente de la nación, resultando victorioso el candidato José Raúl Mulino, quién tendrá que continuar con la labor eMobility realiza en el país hasta el momento.
Además de revisar el Convenio Marco, otro de los grandes desafíos que enfrenta este nuevo gobierno es garantizar el cumplimiento de lo estipulado en la Estrategia de Comunicación para la Transición Energética.
Es importante recordar que esta estrategia cuenta con seis objetivos específicos.
El primero consiste en introducir los conceptos asociados a la transición y las diferentes tecnologías de energía sostenible.
El segundo, en fortalecer la capacidad de Panamá para hacer frente a los impactos del cambio climático a través de las oportunidades que la Agenda de Transición Energética genera.
El tercero, en crear mecanismos y espacios diferenciados de interacción con actores clave para divulgar las acciones involucradas en la Agenda.
El cuarto, en establecer un ambiente favorable en las redes y medios masivos sobre consumo responsable, ahorro, eficiencia, energías renovables, electromovilidad e hidrógeno verde.
El quinto, en guiar, coordinar y monitorear la implementación de las acciones de comunicación de la Agenda, por medio de los comités específicos.
El sexto, en procurar que en la ejecución de esta estrategia los actores del gobierno involucrados y el sector privado pertinente adopten medidas informativas y de difusión, siendo que la ciudadanía debe escuchar el mismo mensaje.