La transición hacia la movilidad eléctrica continúa ganando terreno en Paraguay, impulsada esta vez por un actor clave: los conductores de plataformas. Según un relevamiento difundido esta semana, trabajadores choferes de aplicaciones reportan una reducción del 95% en sus gastos diarios de combustible, tras reemplazar sus unidades de combustión por vehículos eléctricos.
Los números son contundentes: mientras que antes desembolsaban cerca de 200.000 guaraníes paraguayos diarios (lo que equivale de 25 dólares estadounidenses) en nafta o diésel, hoy sus egresos apenas alcanzan los 10.000 guaraníes por jornada (tan solo 1,25 dólares).
Esta transformación no solo mejora su rentabilidad, sino que también convierte al sector de apps de movilidad en uno de los principales dinamizadores de la electromovilidad en el país.

Basilio Duarte, presidente de la Federación Paraguaya de Conductores de Plataformas (FEPACOP)
“Con la movilidad eléctrica, el conductor gana más porque su costo operativo baja de forma drástica”, asegura Basilio Duarte, presidente de la Federación Paraguaya de Conductores de Plataformas (FEPACOP) a Mobility Portal Latinoamérica.
Se estima que más del 30% del parque vehicular de algunas plataformas, como Uber y Cabify, ya es 100% eléctrico, un hito que posiciona a Paraguay como uno de los países con mayor participación privada en este tipo de transición energética.
Trabajadores organizados para la transición
En paralelo, la FEPACOP llevó adelante junto con las autoridades del Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) un curso de capacitación introductorio en la electromovilidad para los conductores del sector.
“Este es un trabajo técnico que hicimos con el SNPP, un trabajo en conjunto que estamos lanzando con los bomberos y con la gente de una marca dedicada a traer vehículos eléctricos, y lanzamos este curso de introducción a la electromovilidad”, explicó.
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Crecimiento del parque eléctrico en 2024: récord de adopción
Durante los primeros meses de 2024, Paraguay experimentó un crecimiento exponencial en su parque vehicular eléctrico, con cifras que duplican los registros del año anterior. De acuerdo con datos oficiales, entre enero y marzo se incorporaron más de 500 nuevas unidades eléctricas al tránsito urbano, tanto en flotas privadas como en taxis y servicios de última milla.
Este crecimiento responde a múltiples factores: reducción de aranceles para importación, incentivos fiscales, mayor acceso a financiamiento y una baja sostenida en el costo de las baterías. En ese marco, las aplicaciones de transporte figuran como uno de los principales motores del cambio, debido a la alta rotación diaria de sus vehículos y la necesidad de optimizar recursos.
Cabe destacar que esta expansión también impacta en la industria automotriz local, que comienza a adaptarse para ofrecer servicios de posventa especializados, repuestos para vehículos eléctricos e incluso capacitación técnica para talleres mecánicos.
Infraestructura de carga: despliegue en puntos estratégicos
El crecimiento del parque vehicular eléctrico no sería posible sin un acompañamiento adecuado en infraestructura. En ese aspecto, Paraguay muestra avances concretos. Según el informe técnico al que accedió Movility Portal Latinoamérica, el país cuenta con 53 estaciones de carga habilitadas, de las cuales 28 están ubicadas en Asunción y el resto distribuidas estratégicamente en corredores logísticos y rutas troncales.
La expansión de la red ha sido liderada por una articulación entre el sector público y privado. Empresas como CLYSA y Copaco han desplegado cargadores rápidos en puntos clave, mientras que entes como la ANDE trabajan en un plan maestro para extender la cobertura en todo el territorio nacional.
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El documento técnico señala además que el 66% de los cargadores operan en corriente continua (DC), lo cual permite cargas de entre 20 y 30 minutos, clave para usuarios de plataformas que requieren disponibilidad inmediata de sus vehículos. En paralelo, se está evaluando la incorporación de soluciones de carga bidireccional (V2G), especialmente para flotas corporativas.
Impacto económico y nuevas demandas del sector
El ahorro operativo que genera la electromovilidad se traduce en una mejora directa en los ingresos de los trabajadores. Conductores que antes veían diluirse sus ganancias entre combustible y mantenimiento, hoy experimentan márgenes más altos y mayor previsibilidad financiera.
Este fenómeno genera también nuevas demandas al Estado. Desde el sector privado reclaman una actualización del marco normativo, la implementación de incentivos directos y una reglamentación específica para puntos de carga en espacios públicos y privados.
A su vez, especialistas en movilidad advierten que será necesario articular planes de formación técnica para acompañar la reconversión laboral, dado que la electromecánica exige nuevas competencias.