Colombia | Vehículos Eléctricos
jueves 20 de marzo de 2025
Panorama. Colombia matricula solo 11 taxis eléctricos en Bogotá ¿inicio del cambio o aún un paso insuficiente?
Mientras el Gobierno impulsa la electrificación del transporte, Bogotá pone en marcha sus primeros 11 taxis eléctricos. La falta de incentivos locales, la infraestructura de carga y el alto costo de inversión aún generan dudas. ¿Logrará el FOPAT acelerar el cambio o seguirá siendo una transición a cuentagotas?
Última estación de carga inaugurada por EPM con taxis eléctricos
Compartí la nota

En febrero de 2025, Bogotá registra la matriculación de 11 taxis eléctricos, un número que, aunque aún bajo, marca un punto de inflexión respecto a 2024, cuando no se matriculó ninguna unidad de este tipo.

Este avance ocurre en el contexto de la implementación del Fondo para el Ascenso Tecnológico (FOPAT), diseñado para modernizar el transporte en el país y favorecer la transición hacia tecnologías de cero emisiones en el sector de taxis.

El crecimiento en la matriculación de taxis eléctricos en Bogotá está alineado con la estrategia nacional para la reducción de emisiones en el transporte.

Las primeras 11 unidades destinadas a taxis eléctricos corresponden a modelos de las marcas Baic y Faw, dos fabricantes que, poco a poco, ganan terreno en la oferta de vehículos eléctricos en el país, según el último reporte de ANDEMOS.

Los números demuestran que estos modelos comienzan a posicionarse en el segmento de transporte público.

El punto de vista del gremio de taxistas: falta de confianza e incertidumbre financiera

A pesar de que el Gobierno nacional impulsa la transición, el gremio de taxistas en Bogotá manifiesta preocupaciones sobre la viabilidad del proceso

Hugo Ospina, líder del sindicato de taxistas en Colombia, señala a Mobility Portal Latinoamérica que la transición a taxis eléctricos se enfrenta a obstáculos estructurales que van más allá de la oferta de incentivos.

“El gremio de taxistas jamás fue consultado sobre el decreto de obligatorio cumplimiento que firmó la anterior alcaldesa, Claudia López, en el que se establece que, a partir de 2026, solo se podrán matricular taxis eléctricos en Bogotá”; indica.

Y explica: “No tenemos garantías ni seguridad jurídica. Un taxi eléctrico cuesta entre 150 y 180 millones de pesos, a lo que se suman 60 o 70 millones de pesos por la chatarrización del vehículo anterior. En total, estamos hablando de una inversión de más de 250 millones de pesos, sin ninguna certeza de recuperación de capital”.

Desde el punto de vista del gremio, el mercado no ofrece condiciones equitativas

Mientras los taxistas deben invertir sumas elevadas en la modernización de su flota, Ospina denuncia que miles de vehículos particulares y motocicletas siguen prestando servicio de taxi de manera informal con unidades de combustión, algunas con más de 20 años de antigüedad.

“No hay igualdad de condiciones ni confianza inversionista para los taxistas en Colombia para migrar a tecnologías cero emisiones. No tenemos tarifas dinámicas, mientras que los vehículos particulares y motos que operan de manera informal sí pueden cobrar lo que quieran. Nosotros seguimos atados a la tarifa plana que nos impone la Alcaldía”, reclama.

Regulación local: el papel de los gobiernos municipales

El avance de la electrificación de taxis en Bogotá está directamente relacionado con la autonomía de los municipios en la regulación del transporte público. 

En Colombia, las normas sobre el servicio de taxis son competencia municipal, lo que significa que cada ciudad define las condiciones de operación y los incentivos para la modernización de la flota.

La administración distrital es la encargada de fijar tarifas, establecer regulaciones para la compra de vehículos y definir incentivos adicionales que faciliten la transición. 

Sin embargo, el gremio considera que no hay un marco de seguridad jurídica que garantice la inversión a largo plazo.

Ospina enfatiza otro punto crítico: la infraestructura de carga insuficiente

«Migrar a tecnologías limpias y eléctricas lo pensaría dos veces porque hoy no tenemos electrolineras masivamente instaladas en Bogotá”, afirma. 

La escasez de estaciones de carga adecuadas para una flota de taxis operando en jornada continua es una barrera que aún no se resuelve.

Experiencias en otros municipios: Soacha y Cartagena como referencia

El primer municipio en implementar un programa estructurado de taxis eléctricos en Colombia fue Soacha, donde se integraron 312 unidades a la flota de transporte público individual. 

Este modelo de transición sirvió como referencia para la expansión del programa a otras ciudades, incluyendo Bogotá.

En la región del Valle del Cauca, se estableció un convenio con el Ministerio de Transporte para la introducción de taxis eléctricos en Cali, Palmira, Yumbo y Jamundí. 

La iniciativa contempla un esquema de reposición uno a uno, asegurando que por cada taxi de combustión retirado de circulación, se incorpore un taxi eléctrico.

Cartagena también avanza en la adopción de taxis eléctricos con un piloto que prevé la introducción de 100 unidades destinadas a operar en zonas turísticas.

Este plan, desarrollado en coordinación con la Secretaría de Turismo y el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), apunta a mejorar la calidad del aire en la ciudad y consolidar la electrificación del transporte en áreas de alta demanda.

Proyección del mercado de taxis eléctricos en Colombia

La implementación del FOPAT y las experiencias locales en diferentes regiones permiten proyectar un crecimiento en la adopción de taxis eléctricos en Colombia. 

Según las estimaciones del Ministerio de Transporte, el mercado de taxis eléctricos podría alcanzar los 10 billones de pesos para 2030, consolidándose como un sector estratégico dentro de la movilidad sostenible.

 

 

Destacados.