La Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) continúa fortaleciendo la infraestructura de carga para vehículos eléctricos en Costa Rica, con el ambicioso plan de instalar 24 nuevos centros de carga rápida en los próximos tres años, en un esfuerzo por acompañar el rápido crecimiento del parque vehicular eléctrico del país.
«A partir del 2025 instalaremos ocho centros de carga por año, llegando a un total de 24 para 2028», asegura Parmenio Barrantes, Jefe de la Unidad de Desarrollo de Negocios de la CNFL.
En cuanto a las inversiones futuras, Barrantes estimó que el costo de los nuevos centros de carga rápida alcanzará los 2.8 millones de dólares.
Actualmente, la compañía cuenta con 10 centros de carga rápida, pero este número aumentará a 13 para el cierre de 2024, con la adición de tres nuevos puntos estratégicamente ubicados.
“Uno de estos centros se instalará cerca de nuestras oficinas, mientras que los otros dos estarán en una carretera que conecta la Gran Área Metropolitana con la costa”, comenta Barrantes.
El aumento en la demanda de vehículos eléctricos ha impulsado la expansión de esta infraestructura.
Vale mencionar que el crecimiento del parque vehicular eléctrico en Costa Rica ha sido exponencial, duplicándose entre 2022 y 2023, cuando ya se registran 15,114 vehículos eléctricos en el país.
Red de carga actual de la CNFL
Todos los centros de carga rápida de la CNFL son de acceso público y operan las 24 horas, como parte de su compromiso para facilitar la transición a la movilidad eléctrica.
En cuanto a tarifas, existe un costo regulado de 29 centavos de dólar por minuto de carga rápida, lo cual es uniforme para todas las empresas distribuidoras de energía en Costa Rica.
“El tiempo promedio de carga rápida en nuestros centros es de 28 minutos”, explica Barrantes, destacando la eficiencia y rapidez del servicio.
Además, la CNFL está implementando alianzas público-privadas para expandir su red.
«Por ejemplo, en el centro comercial Forum 1, ellos aportan la infraestructura y nosotros instalamos el cargador, transformadores y cableado», detalla.
Diversidad de conectores y futuro de la carga eléctrica
Un desafío en la región es la variedad de conectores debido a la rápida adopción de vehículos de diferentes orígenes, como los europeos y asiáticos.
En Costa Rica, el 63% de los vehículos eléctricos utiliza el conector GBT, mientras que el 23% emplea el CS combo y un 14% el conector CHAdeMO, según datos proporcionados por la CNFL.
Avances en licitaciones y adquisiciones tecnológicas
Aunque Barrantes no brindó detalles concretos sobre las licitaciones, dejó entrever que la CNFL seguirá procesos de adquisición abiertos y transparentes, como es habitual en instituciones públicas de Costa Rica.
«Estamos trabajando con proveedores que puedan ofrecer la mejor tecnología disponible en el mercado para asegurar que estos cargadores no solo sean eficientes, sino también duraderos y adaptables a las necesidades de los vehículos eléctricos más modernos», explicó.
Es probable que, en los próximos meses, la CNFL inicie procesos de licitación para garantizar la instalación oportuna de estos cargadores, con foco en la calidad y la eficiencia operativa a largo plazo.
Esto, sin duda, marcará un nuevo hito en la infraestructura de recarga en el país.
CNFL comprometida con el futuro de la movilidad
El plan de la CNFL va más allá de la instalación de cargadores.
La empresa se compromete a ser un actor clave en la transición hacia una Costa Rica más sostenible, alineándose con los objetivos nacionales de neutralidad de carbono para 2050.
«Nuestro compromiso no es solo con el presente, sino con el futuro. Queremos que Costa Rica siga siendo líder en movilidad eléctrica en la región y para lograrlo necesitamos infraestructura que esté a la altura de ese desafío», concluye el Parmenio Barrantes.
En síntesis, la CNFL, con la incorporación de estos 24 nuevos cargadores rápidos a lo largo de Costa Rica, se posiciona como un referente en la promoción de la movilidad eléctrica.
A medida que más conductores opten por vehículos eléctricos, esta infraestructura será clave para garantizar que la transición sea fluida, eficiente y accesible para todos.
Con la proyección de tener estos cargadores listos para 2028, Costa Rica da un paso firme hacia un futuro más limpio y sostenible.