Europa | Vehículos Eléctricos
lunes 31 de marzo de 2025
Acercamiento. China y la UE dialogarán sobre vehículos eléctricos en medio de tensiones comerciales
En un contexto marcado por tensiones comerciales y competencia feroz en el sector de los vehículos eléctricos, la Unión Europea y China acordaron abrir un canal de diálogo, tras la visita oficial del comisario europeo de Comercio y Seguridad Económica, Maroš Šefčovič, a Pekín.
Los vehículos eléctricos chinos ponen en jaque a sus rivales europeos.
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En un contexto marcado por crecientes tensiones comerciales y una competencia feroz en el sector de los vehículos eléctricos, la Unión Europea y China acordaron abrir un canal de diálogo específico para abordar temas clave de comercio e inversión, incluyendo un enfoque estratégico sobre electromovilidad.

El anuncio se produjo tras la visita oficial del comisario europeo de Comercio y Seguridad Económica, Maroš Šefčovič, a Pekín, los días 27 y 28 de marzo, donde mantuvo reuniones con autoridades chinas de alto nivel como el viceprimer ministro He Lifeng, el ministro de Comercio Wang Wentao y el ministro de Aduanas Sun Meijung.

“Ambas partes acordaron mantener un seguimiento estrecho de las conversaciones mediante contactos regulares para garantizar avances concretos”, informó la Comisión Europea en un comunicado oficial.

Diálogo sobre vehículos eléctricos: foco en cadena de suministro y empleo

Uno de los principales logros del encuentro fue el compromiso bilateral para establecer un diálogo estructurado en torno a los vehículos eléctricos, con énfasis en la cadena de suministro, inversión e impacto laboral.

Según detalló la Comisión, el objetivo es que estas conversaciones ayuden a que las inversiones relacionadas con electromovilidad contribuyan más significativamente a la competitividad europea de largo plazo y a la creación de empleo de calidad.

“Se trata de construir un marco que permita equilibrar las oportunidades del comercio con la protección de las industrias locales frente a prácticas desleales o desproporcionadas”, subrayó Šefčovič.

La iniciativa responde a una creciente preocupación por el exceso de capacidad industrial en China y la influencia de las subvenciones estatales, que han impulsado una oleada de exportaciones a precios muy bajos hacia Europa, afectando la competencia en sectores clave como los vehículos eléctricos.

También se estudiará una hoja de ruta para la revisión del Acuerdo de Cooperación y Asistencia Mutua Aduanera entre ambos bloques, firmado originalmente en 2024. El objetivo es actualizarlo para mejorar los procesos aduaneros y facilitar el comercio bilateral de bienes regulados, entre ellos los vehículos eléctricos.

Un comercio bilateral en cifras: interdependencia y desequilibrios

Las relaciones económicas entre la UE y China son intensas. En 2024, el volumen anual de intercambio comercial entre ambas partes alcanzó los 730.000 millones de euros, convirtiendo a China en el tercer socio comercial de la UE y el segundo en comercio de bienes.

Sin embargo, el déficit comercial europeo con China ascendió a 304.500 millones de euros, según datos de la Comisión. Aunque inferior al de 2022 (cuando se situó en 397.000 millones), representa una presión persistente sobre los sectores productivos europeos.

La UE busca evitar enfrentamientos mayores con China, especialmente en lo referido a vehículos elétricos.

La UE busca conciliar con China.

En cuanto a inversión extranjera directa, el capital chino en la UE alcanzó su máximo en cinco años, con un acumulado de 185.000 millones de euros, mientras que la inversión europea en China se mantuvo estable, en torno a los 184.000 millones.

Este renovado diálogo ocurre en medio de una creciente escalada arancelaria entre la UE y China. En 2023, los países del bloque comunitario impusieron aranceles a los vehículos eléctricos chinos, alegando competencia desleal por parte de empresas subsidiadas por el Estado.

En respuesta, Pekín activó gravámenes provisionales al brandy europeo y anunció investigaciones sobre importaciones de lácteos y carne de cerdo procedentes de la UE, intensificando el clima de confrontación comercial.

La Comisión Europea considera que estas medidas reflejan una disputa estructural sobre el equilibrio del comercio bilateral, especialmente en sectores estratégicos como el de vehículos eléctricos, donde la innovación, la sostenibilidad y la competitividad están en juego.

Bruselas busca, a través de este canal de diálogo, una alternativa al enfrentamiento frontal, apuntando a una cooperación estructurada pero firme, que permita abordar los desequilibrios sin renunciar a la apertura comercial.

“Europa debe garantizar condiciones equitativas para sus empresas en el mercado chino, sin perder de vista sus objetivos climáticos ni la necesidad de liderar la transición energética con base tecnológica propia”, expresó una fuente comunitaria a EFE.

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