El proyecto que regula la transformación de automóviles con motor de combustión interna a eléctricos es clave para la consolidación de la electromovilidad en Chile.

La Cámara de Diputados aprobó con 129 votos a favor, cuatro en contra y cuatro abstenciones esta modificación de la Ley del Tránsito para regular la reconversión de vehículos de combustión interna a eléctricos y establecer sanciones para talleres no autorizados.

La iniciativa, presentada por el Gobierno, otorga al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones la facultad de autorizar establecimientos y talleres para llevar a cabo estas transformaciones, garantizando un marco regulatorio que priorice la seguridad vial y el cumplimiento de estándares técnicos.

El texto, que ahora pasa al Senado para su segundo trámite legislativo, busca formalizar un proceso que ya ocurre en algunos talleres y que podría acelerar la adopción de vehículos eléctricos en el país.

Los pilares de la ley de conversión para una mejor electromovilidad

El proyecto establece que la conversión de vehículos deberá seguir los lineamientos de un reglamento específico que será dictado por el Ministerio de Transportes. Este reglamento definirá, entre otros aspectos:

• Los procedimientos técnicos a seguir en la conversión.
• Las especificaciones por tipo y modelo de vehículo.
• Los requisitos de seguridad para garantizar la fiabilidad de las transformaciones.

El objetivo es evitar modificaciones irregulares que puedan comprometer la seguridad de conductores, pasajeros y peatones, además de asegurar que los talleres que realicen estas adaptaciones cumplan con los estándares establecidos y la electromovilidad avance de manera firme.

Para reforzar el cumplimiento de la normativa, la ley impone sanciones estrictas para los talleres que incumplan los procedimientos. Se establece que aquellos establecimientos autorizados que realicen conversiones en vehículos no permitidos o que no respeten los requisitos del reglamento perderán su autorización.

Asimismo, los vehículos transformados sin certificación oficial podrán ser retirados de circulación por Carabineros, inspectores fiscales o municipales.

Además, los conductores que manejen un vehículo sin el certificado correspondiente enfrentarán multas que oscilarán entre 1,5 y 3 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), equivalentes a aproximadamente $102.000 y $204.000.

Un paso más hacia la movilidad sostenible en Chile

La aprobación de esta ley representa un avance importante en la transición energética del sector transporte en Chile, permitiendo que vehículos existentes sean adaptados a la electromovilidad en lugar de depender exclusivamente de la renovación del parque automotor.

Este tipo de medidas podrían facilitar la electrificación de flotas de taxis, colectivos y vehículos de trabajo, ofreciendo una alternativa viable para quienes no pueden acceder a un vehículo eléctrico nuevo.

Además, con un marco regulatorio claro, se fomenta el crecimiento de una industria especializada en conversión de vehículos, generando empleo y potenciando el desarrollo tecnológico en el sector.

Ahora, el proyecto deberá ser analizado y votado en el Senado, donde podrían realizarse ajustes o mejoras al texto.

Entre los puntos que podrían discutirse se encuentra la posibilidad de incentivos económicos para facilitar la reconversión de vehículos o la incorporación de normativas más detalladas sobre homologación de sistemas eléctricos. Todos estos son puntos muy relevantes para continuar el camino hacia la electromovilidad a nivel nacional.

Con esta iniciativa, Chile se suma a otros países que han implementado regulaciones para la conversión de vehículos a eléctricos, alineándose con los objetivos de reducción de emisiones y la promoción de una movilidad más limpia.

El debate sobre electromovilidad en Chile sigue avanzando, y con este marco legal, la reconversión de vehículos se posiciona como una alternativa cada vez más viable en el camino hacia un transporte más sustentable.