«Las dos son buenas. Trabajamos las dos opciones con Chery«, ha explicado en una entrevista el conseller de Empresa y Trabajo de la Generalitat catalana, Roger Torrent .
También ha valorado positivamente el recorrido trazado por Seat y Cupra para los próximos años en Cataluña y ha sostenido que la plataforma eléctrica fabricada en Martorell (Barcelona) «garantiza la continuidad y perspectivas de futuro».
Así, ha añadido que aspira a que «más del 80% de la cadena del coche eléctrico vinculada a Seat-Cupra está relacionada con Cataluña» y dé lugar a proyectos parciales.
Sobre la industria de microchips, Torrent ha explicado que «Cataluña está muy bien posicionada en el ámbito del diseño» y ha abogado por extender esta capacidad hasta la industria finalista, la que consume los semiconductores, ha dicho.
Ha sostenido que la fábrica de componentes de baterías Iljin Materials en Mont-roig del Camp (Tarragona) «es claramente el modelo del tipo de inversiones estratégicas que necesita Cataluña» al integrarla en una nueva cadena de valor, en sus palabras.
En esta línea, ha subrayado que Cataluña está «avanzando a una velocidad muy importante a nivel de proyectos de producción energética» y ha augurado que ello fomentará la atracción de nuevos proyectos.
Chery y el acuerdo de intenciones
El acuerdo de intenciones lo firmaron el director general adjunto de Chery International, Xhu Shaodong, y el consejero delegado de BTech, Rafael Ruiz.
El objetivo inicial de la automovilística sería montar unos 50.000 vehículos anuales de la marca Omoda, que llegarían por piezas a la planta.
Chery aterrizó en Cataluña el pasado 27 de octubre, cuando mostró interés por los terrenos, ubicados en suelos del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB).
Solo cuatro días antes del fin previsto del proceso de reindustrialización, lo que provocó que finalmente quedara fuera al no tener tiempo de presentar su propuesta.
Aunque la mesa de reindustrializacion vio positivo el interés de dicha compañía por temas legales y jurídicos de la licitación, decidió “no aplazar más el proceso y mantener el calendario establecido”.
El D-Hub, liderado por QEV Technologies y BTech, se convirtió días después en el único candidato para el arrendamiento de los terrenos de Nissan porque su propuesta fue la única que presentó la documentación requerida en tiempo y forma.
A mediados de noviembre, representantes de la empresa viajaron a Cataluña para firmar un acuerdo de colaboración para facilitar su instalación con Foment del Treball y la Unió Patronal Metal·lúrgica (UPM).
En ese viaje, visitaron diferentes suelos en Cataluña que podrían acoger la fábrica que planteaba la empresa y que tenía como objetivo construir 300.000 vehículos al año.
Antecedentes de las negociaciones
Una década después, la automovilística Chery vuelve a interesarse por Cataluña. En 2010 los ejecutivos de la firma china se llegaron a reunir con el entonces presidente de la Generalitat, José Montilla, pero el acercamiento quedó en nada.
Ahora, la compañía ha vuelto a poner sus ojos en la región.
El presidente de la organización asiática, Yin Tongyue, se reunirá el próximo 28 de noviembre con representantes de la Generalitat y Foment del Treball en la capital catalana.
Los planes de Chery pasan por fabricar 300.000 coches eléctricos en una primera fase. Con esta producción surtiría a Europa, Latinoamérica y África.
En una segunda fase, la actividad alcanzaría las 600.000 unidades.