Para las flotas eléctricas en Latinoamérica, optimizar la carga se ha convertido en un proceso esencial.
Uno de los principales cuellos de botella es la disponibilidad eléctrica en los sitios de carga, especialmente en patios urbanos donde la infraestructura no fue pensada para altos consumos.
Como advierte Constantino Rodríguez, Head Comercial de VEMO: “La red no alcanza y antes de instalar un cargador, hay que negociar kilovatios con la distribuidora”.
Esto ha sido un desafío en países como México, Colombia y Chile, donde el transporte público y logístico comienza a electrificarse.
La instalación de sistemas de carga para flotas eléctricas es una “cirugía de alta complejidad” que comienza con un diagnóstico preciso, tal como señalan diversas fuentes del sector a Mobility Portal Latinoamérica.
Rodríguez explica que “los factores clave incluyen la potencia contratada y disponible en el sitio, que determinará el tipo y la cantidad de cargadores que se pueden instalar; el tipo de cargadores —nivel 2 o carga rápida DC— según la operación y los tiempos de inactividad de los vehículos».
También, «la distribución de la carga para evitar picos de demanda; y el espacio físico disponible, no solo para los cargadores, sino para permitir una circulación operativa eficiente dentro del patio”.
El papel del software en el ecosistema de carga
El siguiente eslabón en la gestión de flotas eléctricas es el software, que se ha convertido en una herramienta imprescindible para evitar improvisaciones costosas.
En flotas eléctricas, las variables como la autonomía de los vehículos, los turnos de los conductores, los descansos y el precio de la electricidad deben ser coordinadas para maximizar los recursos.
“El software es el cerebro operativo de la flota eléctrica, como lo es nuestra plataforma ZEE”, explica Rodríguez.
Estas plataformas permiten coordinar las cargas según prioridad, programar ventanas horarias en tarifas fuera de punta, emitir alertas por fallos y tomar decisiones operativas en tiempo real.
En países de Latinoamérica, donde las tarifas eléctricas aún son planas, el software no solo optimiza la eficiencia económica, sino que se convierte en una herramienta de prevención que garantiza un funcionamiento operativo más fluido, evitando fallos y extendiendo la vida útil de las baterías.
Barreras regulatorias
Sin embargo, las barreras no siempre son técnicas. La burocracia y la falta de estandarización en la infraestructura de carga continúan siendo frenos significativos para el crecimiento de las flotas eléctricas en la región.
“La coordinación con las compañías distribuidoras para la ampliación de carga o nuevos servicios puede tardar semanas o meses”, menciona un especialista del sector consultado off the record.
En países como Perú, Ecuador y República Dominicana, la homologación de equipos sigue atada a procesos poco claros o normativas inexistentes, lo que retrasa aún más la expansión de la infraestructura de carga.
En contraste, Brasil ha logrado avances regulatorios importantes.
La Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL) ha habilitado una regulación más ágil para la instalación de infraestructura de carga en predios privados, lo que ha facilitado el crecimiento de proyectos de flotas eléctricas.
Por su parte, en Colombia, la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) ha definido en 2023 los requisitos técnicos mínimos para estaciones de carga, aunque aún quedan vacíos regulatorios en torno a la interoperabilidad y los estándares.
Uno de los puntos más críticos sigue siendo la interoperabilidad entre conectores y protocolos de carga.
Mientras que países como Chile y Colombia han adoptado el estándar CCS Combo 2, otros mercados aún enfrentan la coexistencia de diferentes formatos, como CHAdeMO, GB/T y Type 1.
La ausencia de estándar único complica las operaciones de las flotas que realizan recorridos tanto urbanos como interurbanos.
La interoperabilidad, entonces, es más que una ventaja competitiva: se convierte en una necesidad básica para el crecimiento de las flotas eléctricas.
Flotas eléctricas como activos energéticos
La carga bidireccional está emergiendo como una tecnología crucial para mejorar la eficiencia de las flotas eléctricas en la región.
Esta tecnología permite que los vehículos no solo consuman energía de la red, sino que también puedan devolverla cuando la demanda de electricidad es alta, convirtiendo a las flotas en activos energéticos que ayudan a equilibrar la oferta y la demanda de electricidad en las redes locales.
Roberto Stazzoni, especialista de producto en ABB Argentina, destaca que “el estándar CCS2 es el más adecuado para la carga rápida y para asegurar la interoperabilidad de la infraestructura”.
En países con alta penetración de energías renovables, como Chile, la capacidad de devolver energía a la red mejora la eficiencia del sistema eléctrico y contribuye a un modelo energético más sostenible.
—
Conoce Mobility Portal Data, nueva plataforma de inteligencia de mercado exclusiva con datos confiables e informes clave para la toma de decisiones inteligentes para el sector automotriz, tanto de vehículos a combustión como eléctricos, y de infraestructura de carga.
Research, análisis de tendencias, estadísticas ordenadas de manera precisa y clara, actualidad: todo, al alcance de un clic. Con Mobility Portal Data, buenas decisiones están por venir.