Hay buenas noticias para el sector automotriz brasileño ya que las ventas de vehículos nuevos en todos sus segmentos tuvieron el mejor enero desde 2020. Según datos divulgados por Fenabrave, el fabricante chino de vehículos eléctricos e híbridos BYD pasó del décimo puesto al octavo.
Las ventas de vehículos nuevos en Brasil totalizaron el mes pasado 171,2 mil unidades, un crecimiento de alrededor del 6% en comparación con enero de 2024 y el mayor volumen para el mes desde los 193,5 mil vehículos vendidos en enero de 2020.
BYD opera en Brasil a través de importaciones de vehículos eléctricos pero está construyendo un complejo fabril en Bahía donde se espera que pronto comience a producir al menos dos modelos totalmente nacionales.
La sorpresa: la marca china superó este mes en ventas a compañías tradicionales como Renault y Nissan.
Cuál es el modelo de BYD «campeón» entre los autos chinos
Según Fenabrave, el utilitario híbrido Song Plus fue el automóvil más vendido de BYD en enero, con 3.185 unidades, en la posición 16 del ranking general, y también fue el modelo más vendido de una automotriz china en el país.
Cabe destacar que, un año antes, las ventas de Song Plus en enero totalizaron 1.520 unidades.
Las ventas de este producto de BYD fueron superiores a las del Onix Plus de General Motors (3.044 unidades); de Nivus, de Volkswagen (2.915); Tiggo 7, de Caoa Chery (2.601); y el Corolla de Toyota (2.568), todos fabricados en Brasil.
Apenas hace 12 meses, el fabricante de automóviles chino ocupaba el décimo lugar entre los más vendidos del país. La participación pasó del 3,62% al 5,26%.
La novedad llega en un momento en que los fabricantes de automóviles tradicionales estudian, a través de Anfavea (Asociacion Fabricantes de Vehículos Automotores), la posibilidad de presentar una demanda antidumping contra sus rivales chinos, que han recurrido a las importaciones para establecerse en el país.
Los automóviles más vendidos, en todos sus segmentos
El coche nuevo más vendido en Brasil en enero fue el Volkswagen Polo, con 5.801 matriculaciones. La camioneta más vendida, segmento en el que BYD ingresó más recientemente con el gran modelo híbrido Shark, fue la compacta Fiat Strada, de Stellantis, tradicional ocupante del puesto, con ventas de 8.777 vehículos.

El Volkswagen Polo fue el vehículo más vendido de Brasil en enero.
Combinando los dos segmentos -automóviles y vehículos comerciales ligeros, que incluyen camionetas-, BYD se situó en el noveno lugar en enero, con el 4,12% del mercado, frente al 3,09% a finales de 2024, por delante de Nissan, según los datos de Fenabrave.
La consultora automotriz Bright informó que las marcas chinas representaron el 8,82% de las ventas de vehículos nuevos en Brasil en enero, frente al 7,63% de diciembre.
La “invasión china” automotriz preocupa a las automotrices en Brasil. Atento a sus reclamos, el presidente Luis Inácio Lula da Silva ha reintroducido aranceles para la importación de vehículos eléctricos, lo que indirectamente es gravar la producción china.
Desde enero de 2024, se aplica un arancel del 10%, que aumentará gradualmente hasta alcanzar el 35% en julio de 2026.
En 2024, Brasil registró la importación de 466,500 vehículos, lo que representa un aumento del 33% en comparación con el año anterior y constituye el mayor volumen de importaciones en la última década.
De este total, aproximadamente 200.000 unidades corresponden a vehículos electrificados originarios de China.
En declaraciones recientes a Bloomberg en línea, Márcio de Lima Leite, presidente de Anfavea, expresó su inquietud ante esta situación. Señaló que, mientras países como Estados Unidos y miembros de la Unión Europea han incrementado o están considerando aumentar los aranceles para contener la entrada masiva de vehículos chinos, especialmente eléctricos, Brasil apenas ha reducido sus impuestos de importación para estos modelos.
Leite afirmó: «El mundo ha cambiado y esto ha llevado a que el exceso de producción de China se vierta en Brasil».
En ese marco, solicitó la restauración inmediata del arancel del 35% para vehículos electrificados, argumentando que la reducción actual facilita que el excedente de producción china se desvíe hacia el mercado brasileño, lo que podría perjudicar a la industria automotriz nacional.