La automotriz china BYD, la más importante del continente asiático actualmente, consolida su estrategia global con un crecimiento acelerado en Latinoamérica y Asia, esquivando aranceles mediante ensamblaje local y proyectando exportaciones como principal fuente de rentabilidad.

BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos de China, se propone duplicar sus ventas internacionales y superar las 800.000 unidades en 2025, según anunció su presidente Wang Chuanfu en una conferencia de resultados con analistas.

En 2024, la compañía colocó 417.204 vehículos fuera de China, y ahora se prepara para reforzar su presencia en mercados clave como América Latina, el sudeste asiático y Reino Unido, donde las condiciones son favorables para las marcas de origen chino.

“Hay grandes oportunidades para expandirse en regiones donde los gobiernos y consumidores son receptivos a la tecnología china”, destacó Wang, según una transcripción publicada por Reuters.

La estrategia de expansión se apoya en un modelo de negocio que combina producción de componentes críticos en China y ensamblaje local en mercados específicos, con el fin de evitar aranceles e impulsar la competitividad de precios.

Expansión, fabricación local y foco regional: plan de BYD

Wang Chuanfu, CEO de BYD.

Frente a las crecientes medidas proteccionistas que enfrentan los vehículos fabricados en China —como aranceles del 125% en Estados Unidos— BYD optará por fortalecer su producción descentralizada, mediante la construcción de plantas en mercados estratégicos.

Actualmente, la automotriz se encuentra desarrollando instalaciones en Brasil, Hungría, Turquía y Tailandia, con el objetivo de acelerar los tiempos de entrega, mejorar la adaptación tecnológica y minimizar el impacto de las barreras comerciales.

Brasil, su mayor mercado fuera de China, es una pieza clave de esta estrategia. Aunque el proyecto ha enfrentado controversias, incluyendo denuncias sobre condiciones laborales, BYD mantiene sus planes de inversión, que forman parte de su hoja de ruta para liderar el mercado eléctrico en Sudamérica.

Sin proyectos inmediatos en EE. UU. y Canadá

A pesar de su agresiva expansión internacional, BYD descarta ingresar al mercado norteamericano en el corto plazo. Wang aseguró que no hay planes de comercialización en Estados Unidos ni en Canadá, debido al clima geopolítico y las políticas arancelarias vigentes.

“Por ahora, la prioridad está en mercados donde existe apertura a nuestras tecnologías, sin obstáculos regulatorios que limiten la competitividad”, explicó el presidente de BYD.

La medida también responde a la estrategia de optimizar recursos en regiones con mayor retorno de inversión, como el sudeste asiático, donde países como Tailandia han mostrado interés en convertirse en hubs de manufactura para vehículos eléctricos.

Durante la presentación ante analistas, Wang afirmó que la rentabilidad por unidad de BYD podría superar a la de Toyota, una vez que se igualen los volúmenes de producción.

“Nuestro control de costos es superior, y creemos que al alcanzar la escala de Toyota, podremos generar márgenes más altos por unidad vendida”, señaló.

La última innovación BYD: carga ultrarrápida.

En 2024, Toyota lideró el ranking global con 10,8 millones de vehículos vendidos, mientras que BYD alcanzó 4,27 millones de unidades.

Para 2025, el objetivo es superar los 5,5 millones, apoyados por un portafolio creciente de modelos asequibles, como el Seagull, un SUV eléctrico que se comercializa por menos de US$10.000.

Este enfoque ha permitido a BYD dinamizar el mercado interno chino con precios agresivos y funciones avanzadas, como conducción inteligente sin costo adicional, disponibles en la mayoría de sus modelos.

Como parte de su estrategia tecnológica, BYD planea incrementar su equipo de software inteligente y semiconductores de 5.000 a 8.000 profesionales, aunque no se precisó un cronograma específico.

El objetivo es llevar sus soluciones de conducción autónoma accesible a nivel global entre 2026 y 2027, incluyendo el envío de personal.

BYD no solo busca escapar de la intensa competencia de precios en China, sino también posicionarse como un jugador global estable con operaciones descentralizadas, portafolios adaptados a cada región y propuestas de valor accesibles.

En mercados como Australia, Alemania y Reino Unido, la compañía ha abierto salas de exposición y centros logísticos, preparando el terreno para escalar ventas en territorios donde los consumidores buscan alternativas más económicas y eficientes frente a las marcas tradicionales.