La modificación de Ley de Subsidio al Transporte Público, que se aprobó recientemente, logra cerrar las brechas entre la capital y las regiones, permitiendo que estas puedan avanzar a mayor velocidad en la incorporación de buses eléctricos.
Según Óscar Moreno, encargado de Electromovilidad de la División de Transporte Público Regional (DTPR), esta normativa «equipara las herramientas que ofrecen las regulaciones» en todo el país.
“Nos permite, con nuestro presupuesto limitado, contar con más recursos a través de asociaciones con los gobiernos regionales”, adelanta a Mobility Portal Latinoamérica sobre la dinámica que ya están aplicando en Magallanes, Aysén y Los Lagos, entre otras.
En Magallanes, por ejemplo, la normativa permite financiar el proceso de compra de buses eléctricos y el desarrollo de infraestructura de carga.
“Antes de la Ley de Subsidio, los trámites eran complejos y requerían convenios que se gestionan a nivel regional y nacional”, explica.
Entonces, ¿cuáles son los cambios puntuales?
Es un hecho que las regiones enfrentan ciertas barreras para desarrollar proyectos de transporte eléctrico a la misma velocidad que en Santiago, donde las regulaciones se alzaron de manera más robusta.
En ese contexto, la nueva normativa brinda un marco regulatorio más claro para la implementación de transporte público.
En primer lugar, el financiamiento es un punto de inflexión.
El nuevo marco también impone mayores responsabilidades a los gobiernos regionales, obligándolos a gastar el 100% de los recursos asignados al transporte en tres áreas: renovación de flota, infraestructura y operación, y proyectos habilitantes, como paraderos inteligentes o centros de carga.
En tanto, para la renovación de flota e infraestructura y operación, se debe gastar al menos el 50% del total de los fondos.
“Antes, los gobiernos regionales no podían destinar recursos a la operación, lo que hacía más compleja la planificación», comenta Moreno.
Esto da lugar a crear asociaciones con los gobiernos regionales.
Así lo explica: “Con esta nueva regulación y la forma en que llevamos adelante los concursos —donde pagamos contra el servicio y la operación, independientemente de si incluye infraestructura o no—, tenemos muchas más posibilidades de asociarnos con ellos”.
De hecho, los contratos podrían extenderse hasta por 8 años o más, lo que, según Moreno, «da mayor seguridad a los inversores y financistas de los próximos concursos».
Estos acuerdos, junto con la disponibilidad de fondos regionales hasta 2032, permitirán acelerar los proyectos de electromovilidad en las distintas ciudades de Chile.
Otro de los cambios en materia de buses eléctricos es la incorporación de los «bienes afectos» al sistema de transporte.
Esto significa que los buses estarán adscritos al sistema, independientemente del operador que gestione la flota.
«Si el rendimiento del operador es bajo o no cumple con la normativa, podemos volver a licitar únicamente la operación, manteniendo los buses dentro del sistema», afirma.
Esta flexibilidad es fundamental para mejorar la calidad del servicio, ya que la operación puede ser transferida temporalmente a un administrador provisional en caso de que el operador original sea retirado por mala gestión.
Aunque estos cambios ya están en vigor, explica: «Probablemente el próximo año estaremos trabajando en los reglamentos para que todos tengan claras las reglas de cómo vamos a trabajar».
Regiones como Magallanes, Aysén y Los Lagos están enfocándose en acelerar la implementación de la Ley.
Ya van cerca de 130 buses eléctricos: ¿En qué está trabajando la DTPR?
En diciembre pasado, llegaron 40 buses eléctricos a Antofagasta, y en noviembre de este año se espera que 42 buses más comiencen a operar en La Serena, sumando alrededor de 130 buses eléctricos en el país.
“Estamos apenas comenzando, pero somos ambiciosos con lo que viene”, señala Moreno, subrayando que en los próximos dos años se espera un aumento importante en la flota eléctrica regional.
Entre los proyectos destacados, Copiapó verá la incorporación de 121 buses eléctricos, mientras que en Ovalle se planea una flota de 37 buses eléctricos.
En el primer trimestre de 2025, se iniciarán los procesos concursales para Villarrica, con aproximadamente 50 buses eléctricos y Osorno contará con 116 buses eléctricos, además de 52 buses diésel, debido a sus condiciones geográficas.
En ese sentido, Moreno aclara que «no se mezclan buses eléctricos con diésel en una misma unidad operativa», para garantizar una gestión más eficiente de cada tecnología.
En Puerto Varas, en la Región de Los Lagos, se espera la llegada de 16 buses eléctricos en 2024.
Por último, Valparaíso agrega una licitación que incluirá 91 buses eléctricos en su flota.