María Fernanda Ortiz, gerenta de Transmilenio, aseguró en declaraciones públicas que el costo total de propiedad de los buses eléctricos es hasta un 12% menos que el de los de combustión interna.
Esto se enmarca dentro del proyecto que abarca la incorporación de 296 buses articulados y biarticulados de cero y bajas emisiones que se esperan este año: 156 serán 100% eléctricos, mientras que la tecnología del resto dependerá de las ofertas del mercado.
Ahora bien, ¿qué se sabe sobre los costos de propiedad? ¿Es realmente más eficiente operar una flota de buses eléctricos?
A continuación, Mobility Portal Latinoamérica analiza los beneficios y contras de este tipo de sistemas.
Actualmente, el 76% del componente troncal de Transmilenio consiste en flotas de cero emisiones. Con esta nueva iniciativa, este porcentaje aumentará al 79%.
A nivel de todo el sistema, se pasará del 42% al 48% de flotas de cero y bajas emisiones.
Ortiz sostiene que el costo total de propiedad (TCO) de los buses eléctricos es hasta un 12% menor en comparación con los de combustión interna. Este cálculo considera no sólo la adquisición del vehículo, sino también sus costos de operación y mantenimiento a lo largo de su vida útil.
Si bien no hay un estudio oficial de Transmilenio, un análisis del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) en Santiago de Chile respalda esta afirmación.
A pesar de los mayores costos iniciales de adquisición, los buses eléctricos son más rentables debido a los menores costos operativos y de mantenimiento.
Los factores que colaboran a reducir los costos de buses eléctricos
Los buses de Transmilenio tienen una capacidad de 50 a 80 pasajeros, una autonomía de 260 km, con un tiempo de recarga máxima de cinco horas.
Con un menor número de componentes para intervenir, se reducen las frecuencias de mantenimiento y los costos asociados, lo que se traduce en una mayor eficiencia operativa y una mejor disponibilidad de los vehículos.
En relación a la autonomía, los buses eléctricos tienen un promedio superior a 300 km.
De esa manera, la flota eléctrica de Transmilenio supera a los buses diésel y de gas, cuyo promedio se sitúa en 270 km. Este aumento en la autonomía se debe en gran parte al factor de regeneración de energía, que aporta un 38% en la recarga de baterías.
A su vez, con foco en la disponibilidad y confiabilidad, los buses eléctricos presentan un índice de fallas menor que otras tecnologías.
La eficiencia energética también es otro factor determinante. Comparados con los autobuses diésel, los vehículos eléctricos demostraron ser más eficientes: un bus a combustión interna recorre apenas 250 metros con la misma cantidad de energía que un bus eléctrico emplea para recorrer un kilómetro.
Los números son claros: la flota de 1485 buses eléctricos de TransMilenio consume alrededor de 93.550.000 kWh al año, mientras que en un escenario hipotético sin esta electrificación, la demanda energética se dispararía hasta alcanzar los 386.400.000 kWh anuales.
Según datos proporcionados por Jaime Enrique Monroy, director técnico de BRT de Transmilenio, se lograron ahorrar 292.850.00 kW, que equivale al consumo eléctrico de un mes en el 89% de los hogares de Bogotá.
Además, en términos de reducción de emisiones, los buses eléctricos consumen 94.300 toneladas de CO2 al año, lo que equivale a sacar de circulación a 57.500 vehículos particulares y a la siembra de 3 millones de árboles anualmente.
La licitación de buses eléctricos, en la lupa
La Contraloría de Bogotá analiza si el proceso de compra de 613 buses eléctricos cumplió con los criterios de libre competencia e inclusión de tecnologías Euro VI para un transporte más limpio y sostenible.
El ente fiscalizador cuestionó si el proceso cumplió con los principios de libre competencia, eficiencia y selección objetiva, asegurando que todas las tecnologías disponibles en el mercado fueron evaluadas bajo los mismos criterios.
En particular, se busca esclarecer si la decisión de apostar exclusivamente por buses eléctricos dejó fuera a otros actores que cumplen con los estándares internacionales de emisiones.
Además, la investigación también abarca el financiamiento del sistema de transporte, especialmente en el contexto del déficit del Fondo de Estabilización Tarifaria, que actualmente supera los tres billones de pesos.
El organismo de control cuestionó cómo se articularán estos costos con el anuncio del presidente Gustavo Petro de no aportar recursos del orden nacional hasta que se modifiquen las condiciones del sistema frente a los operadores privados.
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