Desde hace años, diferentes municipalidades han sumado unidades eléctricas a su transporte, siendo la Ciudad de Guatemala y SCP, los casos más notorios.
Ciudad Vieja adquirió una unidad por valor de GTQ430 000, según registros de Guatecompras.
Santa Catarina compró dos minibuses con capacidad para 14 personas cada una. El valor total de la adquisición ascendió a GTQ740 000.
El pasado 18 de julio, la comuna de La Blanca publicó una licitación en Guatecompras para adquirir un bus eléctrico con panel solar para emplearse en el transporte público de la cabecera municipal.
El pasado 8 de julio, la alcaldesa Edilma Navarijo de León solicitó al consejo municipal la aprobación y priorización del proyecto porque “vendrá a beneficiar a los vecinos (sic)”.
La recepción de ofertas se tiene programada para el próximo 31 de julio.
La unidad con paneles solares deberá tener una capacidad mínima de 20 personas.
Por su parte, la municipalidad de Fraijanes publicó un concurso público el 11 de julio en el portal de compras del Estado. Su intención es comprar dos buses eléctricos con paneles solares.
Ambas unidades tendrán una capacidad mínima de 23 pasajeros, con filas de asientos para cuatro pasajeros.
Un dictamen financiero señala que la comuna programó asignaciones presupuestarias en el renglón de Equipo de Transportes para el ejercicio fiscal 2024, por lo que cuentan con el financiamiento requerido.
Las ofertas se recibirán este miércoles 24 de julio en el edificio municipal, según el medio República.
La incorporación de buses eléctricos al sistema de transporte público no es nuevo en el país, ya que son varias las comunas que han adoptado la tecnología verde. Expertos indican que este tipo de transporte apoya la reducción del carbono y la calidad del aire.
Un artículo del BID de 2018 señala que los autobuses eléctricos pueden transformar el transporte público de Latinoamérica. Destaca los casos de Chile y Colombia.
“Los gobiernos locales y nacionales están adoptando la movilidad eléctrica principalmente para mejorar la calidad del aire y hacer frente al cambio climático”, se indica.
Se estima que si la flota de autobuses y taxis en 22 ciudades latinoamericanas se reemplazara con vehículos eléctricos, la región podría ahorrar casi USD 64 000M en combustible para 2030.