Bogotá hace unas semanas debatió en Comisión del Plan el articulado para las condiciones de incorporación de buses eléctricos en las futuras licitaciones. Luego de eso se presentó la Reforma Tributaria y hoy el país se encuentra en una crisis social que deja pendiente todos los procesos y con la posibilidad de no poder cumplir con los plazos estipulados.

Uno de ellos es el Corredor Verde de la Séptima, desde la calle 24 hasta la 245, incluye un rediseño urbano con foco en movilidad sostenible que prioriza al peatón, incluye más espacios para bicicletas, parques para permanecer y todos los buses que circulen serán cero emisiones.

Serán tres tramos que responderán a las necesidades alrededor de cada trayecto: el tramo uno, va desde la calle 24 hasta la 32; el tramo 2, que va desde el parque nacional hasta la calle 100 y el tercero que va desde la calle 100 hasta la calle 200.

El escenario planteado estipula 13 mil pasajeros en hora pico por sentido, demanda que será absorbida por entre 100 y 200 trambuses articulados (8 mil pasajeros en hora pico por sentido) y entre 300 y 400 padrones (5 mil pasajeros en hora pico por sentido).

En este sentido, el cronograma contempla que las unidades destinadas al recorrido entre las calles 24 y 39 entren en operación en diciembre del 2023.

Al año, en diciembre del 2024, ya circularían más de 100 padrones y ya es el turno del tramo entre la 100 y 200, y para la distancia entre la 40 y 100, en junio del 2025, serán más de 130 trambuses que dependerán de la disponibilidad del patio. Para cerrar operación en enero del 2026, 260 padrones deberían ser reemplazados.

La adquisición de la flota se hará como en fases anteriores a través del ente gestor Transmilenio, que, en conjunto con otras entidades, ya analizan nuevas tecnologías que permiten la carga por oportunidad para estar a la vanguardia.

En tanto al patio de recarga, ya hay un espacio apartado cerca de la 200 y su diseño está incluido en la misma licitación que se está por otorgar. No obstante, las unidades, dependiendo de su recorrido y los parámetros de operación, podrán ser destinados a otros patios.

Actualmente el proyecto Séptima Verde se encuentra en fase tres de ingeniería por lo que se espera que tres firmas consultoras, una por cada tramo, resulten adjudicatarias para realizar el diseño de la infraestructura de obra civil, arquitectura urbanística, paisajismo, de las estaciones, de las plazoletas y las intersecciones a nivel.

Juan Pablo Caicedo, gerente del Corredor Verde Carrera Séptima para el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), menciona a Portal Movilidad: “Desde lo técnico requiere criterios específicos técnicos: estaciones centrales, altas y con la capacidad de operar la tecnología más robusta que tiene el sistema que son los biarticulados”.

Con un diagnóstico previo se encontró que la demanda ni la vocación de las estaciones no son las misma en todos los puntos por lo que no se pueden replicar las ya existente en otros zonales de Transmilenio.

“Séptima Verde es el símbolo y el legado más importante de esta administración, es un ejemplo que se le pude dejar a la región sobre una nueva planificación del BRT”, destaca.

Si bien en el plan de desarrollo de la alcaldesa Claudia López se detalla qué es un corredor verde donde se priorizan las energías limpias, el trayecto a pie y el arbolado, los criterios madre fueron definidos por más de 55 mil ciudadanos.

“Encontramos que para ellos la bicicleta y que el transporte sea exclusivamente eléctrico es clave en detrimento del espacio que se le dedica al vehículo particular, al igual que la gran calidad del espacio para el peatón”, indica el gerente del proyecto.