Una reciente reunión entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, destacó la necesidad de avanzar en la electrificación de la flota de transporte público de Bogotá como una de las prioridades para el desarrollo urbano sostenible.
El encuentro, llevado a cabo el 9 de enero en la Casa de Nariño, incluyó discusiones sobre diversos temas estratégicos para la ciudad, entre ellos la restauración del Hospital San Juan de Dios y la crisis hídrica.
Sin embargo, la electrificación del transporte público emergió como uno de los ejes centrales, especialmente en el marco del artículo 172 del Plan Nacional de Desarrollo, que establece la cofinanciación de buses eléctricos para ciudades del país.
Bogotá avanza hacia una flota eléctrica en su transporte público
Actualmente, Bogotá cuenta con 1.486 buses eléctricos, según mencionó el alcalde en esa reunión, según consignan medio locales. DE esta manera, la ciudad se consolida como una de las líderes en América Latina en movilidad eléctrica para transporte masivo.
Este esfuerzo forma parte de la estrategia del Distrito para reducir las emisiones de gases contaminantes y mejorar la calidad del aire, beneficiando a más de 8 millones de habitantes.
En este contexto, el alcalde Carlos Fernando Galán destacó el potencial de la fase 2 del sistema TransMilenio en Soacha, que incluirá 269 nuevos buses eléctricos articulados y biarticulados. Estos vehículos, además de ser más sostenibles, prometen una operación más silenciosa y eficiente en términos de costos operativos.
«La transición hacia una flota eléctrica no solo es un compromiso ambiental, sino también una necesidad para garantizar una movilidad sostenible en la región metropolitana», subrayó Galán.
Los desafíos financieros para la electrificación
La propuesta del artículo 172 del Plan Nacional de Desarrollo, que contempla la cofinanciación de buses eléctricos en ciudades como Bogotá, es vista con buenos ojos por la administración distrital. Este apoyo gubernamental podría ser clave para acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica en la capital.
Sin embargo, Galán mencionó la importancia de optimizar los recursos a través de la reprogramación de vigencias futuras para garantizar la continuidad de proyectos prioritarios, como la electrificación de la flota y la construcción de infraestructura vial.
Entre los desafíos identificados está el alto costo inicial de los buses eléctricos en comparación con las unidades de combustión interna, así como la necesidad de expandir la infraestructura de carga en la ciudad. Actualmente, Bogotá cuenta con varias estaciones de carga, pero se requiere una red más amplia y robusta para soportar el crecimiento de la flota eléctrica.
La transición hacia buses eléctricos en Bogotá no solo responde a compromisos ambientales, sino también a beneficios económicos y sociales. Según estudios recientes, los buses eléctricos pueden reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 60% por unidad, mejorando significativamente la calidad del aire en la ciudad.
Además, los costos operativos de un bus eléctrico son menores a largo plazo gracias a la reducción en gastos de combustible y mantenimiento. Este enfoque se alinea con la meta del Gobierno Nacional de promover tecnologías limpias que sean accesibles para las ciudades más grandes del país.
TransMilenio y su rol en la movilidad sostenible
El sistema TransMilenio, una de las redes de transporte masivo más grandes de América Latina, juega un papel crucial en esta transición. La integración de buses eléctricos en sus rutas no solo modernizará el servicio, sino que también contribuirá a mitigar el impacto ambiental del transporte público, que actualmente representa una de las principales fuentes de emisiones en Bogotá.
En el caso de la fase 2 en Soacha, la implementación de los 269 nuevos buses eléctricos busca atender a una población en constante crecimiento, ofreciendo una alternativa de transporte más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Este proyecto también contempla la creación de corredores exclusivos para buses eléctricos, optimizando los tiempos de viaje y reduciendo la congestión.