El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó a Colombia un préstamo por US$500 millones para garantizar la continuidad y el acceso a los servicios de infraestructura básica por parte de los grupos más vulnerables y fomentar el desarrollo de infraestructura resiliente y sostenible en respuesta a la crisis de la Covid-19.
El préstamo busca apoyar al Gobierno de Colombia para afrontar el impacto de la crisis en sectores vulnerables, establecer las bases de políticas para la recuperación económica y avanzar en reformas que promuevan el desarrollo de energías limpias y un transporte sostenible.
Uno de los pilares que apoyará este dinero será se buscará promover el desarrollo de infraestructura resiliente y sostenible para la recuperación de la economía tras la pandemia.
En este sentido, el programa apoyará medidas para aumentar la eficiencia y competitividad del sector energético, logístico, y la movilidad urbana, todo ello con un enfoque de reducción en las emisiones de carbono.
Además, pretende incrementar el uso de energías renovables no convencionales, el volumen de carga transportada por modos fluviales y la flota de vehículos eléctricos en el país, entre otros objetivos.
“El sector de infraestructura es un elemento esencial dentro de una estrategia integral para reconstruir la economía, mitigar el impacto social y promover la recuperación del país mientras se fortalecen las capacidades productivas de las familias colombianas”, indicó Ulrich Zachau, director del Banco Mundial para Colombia y Venezuela.
“Con esta operación esperamos impactar positivamente en la creación de empleo, la competitividad y el crecimiento con un fuerte enfoque de mitigación y adaptación al cambio climático”, explicó el representante del Banco Mundial.
El Ministerio de Minas y Energía, el Ministerio de Transporte, y el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio y el Departamento Nacional de Planeación serán los responsables de la coordinación e implementación de este financiamiento de Política Pública de Desarrollo.