En una región donde la movilidad eléctrica va encontrando su ritmo de a poco, Grupo Bimbo Honduras se destaca como pionero con la incorporación de 33 vehículos eléctricos a su flota.
Sin embargo, este número es solo el comienzo ya que la multinacional planea cerrar el año con un total de 44 unidades, lo que representa un 13% de su flota.
Estas unidades eléctricas se cargan durante ocho horas al final del día, lo que permite completar cuatro vueltas de distribución, superando a los vehículos diésel en términos de eficiencia.
‘’Los vehículos realizan todas sus rutas y, al regresar, el equipo de logística se encarga de todo el proceso para que al día siguiente puedan salir nuevamente sin ningún inconveniente», comenta Clarissa Soriano, gerenta de Bimbo Honduras, en una entrevista con Mobility Portal Latinoamérica.
En cuanto a los desafíos y las estrategias detrás de esta iniciativa, y considerando los retos particulares del mercado hondureño, Soriano explica: ‘’Uno de los principales desafíos que enfrentamos fue el costo inicial de adquisición de los vehículos, así como la adaptación de nuestra infraestructura existente para incorporar estos nuevos medios de transporte’’.
Para superar dichos obstáculos, Bimbo ha implementado un sistema de ruteo dinámico, optimizando los trayectos de distribución para reducir costos operativos y mejorar la eficiencia. «Somos una compañía de distribución de alimentos y, al implementar un sistema de ruteo dinámico, logramos que nuestros vehículos sean más eficientes», agrega.
Además, la empresa ha apostado por la sostenibilidad, donde el suministro de energía para el cargue de los vehículos eléctricos proviene de una fuente de energía 100% renovable certificada.
Infraestructura de carga y planes de expansión de Bimbo Honduras
Actualmente, los vehículos eléctricos de Bimbo se cargan internamente en su centro de ventas en Tegucigalpa.
«La carga se realiza de forma interna, y nuestros vehículos están listos para operar nuevamente al día siguiente sin inconvenientes», explica.
Uno de los logros más notables de esta transición ha sido la estimación de una reducción de 190 toneladas de CO2 durante un año, resultado directo de la incorporación de los vehículos eléctricos.
A pesar de que aún es muy pronto para proporcionar detalles específicos sobre el ahorro económico comparativo entre los vehículos eléctricos y los de combustión interna, Grupo Bimbo destaca el enfoque de la empresa en su compromiso de sostenibilidad a largo plazo, más allá de las consideraciones económicas inmediatas.
La elección de los modelos y su impacto en la operación
«Nuestro equipo de logística evaluó las eficiencias de diferentes vehículos y su capacidad para integrarse a nuestras operaciones y adaptarse a la infraestructura vial de Honduras», detalla Soriano.
En cuanto a las características que deben tener los vehículos para ser seleccionados por la compañía, Soriano subraya la importancia de un análisis detallado de las eficiencias y la capacidad de estos vehículos para integrarse a las operaciones diarias de Bimbo.
Educación y adaptación del personal
Otro aspecto crucial del proceso de electrificación de la flota ha sido la capacitación del personal.
«La educación del personal es fundamental para asegurar que entiendan y adopten las nuevas tecnologías de manera efectiva», indica Soriano.
La adaptación al cambio no solo incluye un entendimiento técnico de los nuevos vehículos, sino también un cambio cultural hacia una operación más sostenible y responsable con el medio ambiente.
Bimbo Honduras, a pesar de los retos y un mercado local que avanza hacia la movilidad eléctrica, demuestra que, con la planificación adecuada y un fuerte compromiso con la sostenibilidad, es posible liderar el cambio hacia un futuro más verde.