Endurance Motive abrirá las puertas de una fábrica de baterías, la cual espera estar lista en los próximos seis meses.

Francisco Molla aporta precisiones sobre la apertura de la «primera fábrica» de baterías de México.

“Seremos la primera planta de ensamblaje de baterías de toda la República mexicana”, indica el Ingeniero Francisco Mollá, Director Mexico Endurance Motive en diálogo con Portal Movilidad.

Si bien están en curso los pasos previos, sostiene que luego de la conformación de la sociedad, “los procesos se van a detonar”.

“A partir de allí, la idea es a final de año comenzar a seleccionar las figuras de la compañía y la capacitación. La intención es que entre febrero y marzo esté saliendo el primer producto ensamblado en México”, indica Mollá.

Esta planta se ubicará en el Estado de Puebla, la cual definen como un “punto estratégico”.

Para esta determinación, se realizaron análisis de proveeduría local, ya que la firma apunta a incorporar «muchos» productos mexicanos.

A su vez, sostuvieron conversaciones con autoridades y finalmente se determinó que esta entidad era la indicada.

“Es una locación media entre las costas, para traer componentes por el atlántico y el pacífico”, explica el director.

A su vez, resalta como ventaja la cercanía con los clusters industriales que se ubican en la zona y la cercanía con Ciudad de México.

“Puebla lleva más de 60 años en la industria automotriz. En la zona están casi todas las ensambladoras, hay una concentración impresionante en las cercanías”, asevera Molla.

Con respecto a la ubicación precisa, la fábrica se instalará en las inmediaciones de Volkswagen.

El foco puesto en baterías para última milla

Endurance es una compañía española que se dedica a la fabricación de soluciones de almacenamiento de energía y el ensamblaje del producto.

La firma lleva seis años en operaciones y se ha expandido a distintos nichos de producto.

Si bien ha crecido inicialmente con la tracción industrial, actualmente apunta a diversos puntos, entre los cuales se encuentra la electromovilidad.

Dentro de la movilidad eléctrica, el foco está colocado en la proveeduría de soluciones para la confección de camiones de logística y reparto.

“Con estos vehículos ya estamos activos. Ya estamos entregando algunas unidades de prototipos. En México estamos en ese proceso”, explica Molla.

Y suma: “Tenemos mucho potencial en este país. Estamos en contacto con fabricantes de vehículos eléctricos de última milla explorando sinergias y proveeduría”.

A su vez, desde la compañía se explica que la última milla “aún está incipiente” en México y que son compañías con envergadura las principales demandantes.

En ese sentido, estiman que este segmento aumentará “más lento” que, por ejemplo, la transición en el sector industrial.

“Sin embargo, a pesar de que va lento, la velocidad es mayor que la de Europa”, estima el director de México.

Y agrega: “En los próximos cinco años vamos a ver que se va a ir expandiendo y cada vez más compañías van a entrar en ello”.

Endurance se dedica también a los sectores de náutica y naval y almacenamiento de energía para energías renovables. Particularmente en el respaldo a paneles fotovoltaicos.

En esa experiencia caracterizan a México como un país en donde existen “todas” las oportunidades para desarrollar el negocio.

“Vemos que el desarrollo de la demanda de baterías de litio, a pesar de que no es la misma que en Europa, se está acelerando bastante”, indica el ingeniero.

Y suma: “La oportunidad de negocio es muy grande. Hasta ahora toda batería de litio es importada de China, de Estados Unidos y del norte de Europa. En poco tiempo hemos participando de proyectos de mayor tamaño de lo que vimos en Europa en los últimos cinco años”.

En torno a las expectativas de utilizar celdas de litio producidas en el país, desde Endurance estiman que ese proceso podría llevar varios años, sosteniendo de esta manera la proveeduría china.

“Ojalá que se acelere, pero pensamos que esto va a tardar mucho. El costo, la fórmula de extracción, la inversión extranjera y la formulación de las celdas vienen entre ocho y diez años de plazo”, explica Molla.

Y agrega: “Son inversiones multimillonarias y estos procesos no son rápidos. Ojalá que sea más rápido, para nosotros sería fantástico”.

En ese sentido, considera que “cuando la política está muy involucrada en un tema industrial, hay mucha niebla”.