El Pleno del Ayuntamiento ha aprobado definitivamente la regulación de la implantación de instalaciones de subministro eléctrico, que quiere activar y potenciar el desarrollo de la infraestructura necesaria para favorecer la transición energética y una movilidad que priorice el uso del vehículo eléctrico. Barcelona se convierte así en la primera ciudad del Estado que pone en marcha una normativa de estas características para dar un gran impulso a la movilidad sostenible y al despliegue del vehículo eléctrico.
Barcelona se convierte así en la primera ciudad del Estado que lleva adelante una normativa de estas características para dar un gran impulso a la movilidad sostenible y el desarrollo del vehículo eléctrico. El plan ha visto luz verde con los votos a favor del gobierno municipal, ERC, Ciutadans, Barcelona por el Cambio y la concejala no adscrita, la abstención del PP y el voto contrario del grupo de Juntos por Cataluña.
Hace un año, en junio de 2020, se aprobó la limitación de nuevas sustancias bencineras de carburante, que sólo se permiten al voltante de las rondas, vidas estructurantes y áreas industriales y portuarias, y están prohibidas como nucleares, de equipamiento y en los parques de Collserola y Montjuïc. Además, esta normativa se completa con una ordenación de los puntos de subministro eléctrico que quiere poner la ciudad en marcha para un nuevo modelo de movilidad real y eficiente. Se trata, en definitiva, de promover el despliegue del vehículo eléctrico, que está empezando a crecer significativamente en Barcelona y se prevé que se haga con más fuerza en los próximos años.
El documento define el tipo de instalaciones de recogida y administración de baterías eléctricas que puede tener. Son tres: las electrolineras, las estaciones de recarga o de interconexión de baterías en aparcamientos públicos o de rotación y los espacios de interconexión de baterías.
Para planificar la implantación se concreta en que se pueden ubicar y en qué condiciones, siempre en coherencia con las estrategias del Plan de Movilidad Urbana, la Zona de Bajas Emisiones y las zonas de tránsito pacífico de la ciudad. El objetivo es redistribuir la actividad de forma eficiente por toda la ciudad para asegurar una distribución correcta de la red y evitar concentraciones excesivas.
También se quiere mejorar su integración arquitectónica y paisajística, y reducir el impacto que puede ocasionar lo que hace a la saturación del espacio público y viario, molestias a los vecinos, seguridad de incendios, etc. Ahora, se quiere dar apoyo a la industria local que lidera la construcción de equipamientos de este tipo.
La ubicación de esta actividad es potencia básica en los aparcamientos de acceso público y de rotación, que son espacios ya existentes, distribuidos por territorios y con las condiciones adecuadas; y también en el entorno de las rondas y en los polígonos industriales.
Tipos de instalaciones
Las tres tipologías de instalaciones que se regulan son:
- Electrolineras: Son las instalaciones dedicadas al subministro de recogida eléctrica de venta al público para vehículos eléctricos o híbridos. El subministro eléctrico es la actividad principal, y se hace de manera directa al vehículo con estaciones de recarga o estaciones de interconexión de batería.
No se admite la ubicación a la entrada de las rondas, las vías de acceso a los núcleos de la Trinitat y las áreas industriales (Zona Franca y Besòs). Yo en algunas zonas de los barrios del Carmel, Can Baró, Font d’en Fargues y Guinardó y de la parte nord de Sant Martí (la Verneda y la Pau, Sant Martí de Provençals, Provençals del Poblenou y el Besós y el Maresme) el día de hoy no ha habido aparcamientos para acoger estos espacios de recreo. Aquí se dice que las nuevas electrolineras garantizan una separación de 800 m.
En estos ámbitos se ha de ubicar siempre en carriles de xarxa bàsica, (vies principales), y se dice un informe favorable de movilidad. De otra banda, no pueden estar en el espacio público, y no se permiten en Collserola, en Montjuïc, en los cascos antiguos, en la entrada de los edificios protegidos con un nivel de catalogación A y B ni en los de equipamiento.
Además, las bencineras existentes se pueden convertir en electrolineras, siempre que cumplan las condiciones del plan.
- Estaciones de recarga o interconexión de baterías con una actividad complementaria en aparcamientos de rotación de acceso público: Se permite ubicar a todos los aparcamientos en régimen de explotación horaria o rotación de la ciudad y en aparcamientos de rotación de centros comerciales, y se pueden situar en la planta baja o en la primera planta del suelo. Se establecen condiciones de localización para garantizar la compatibilidad con los otros usos del espacio, y para instalarlo se necesita un informe favorable de un estudio de movilidad.
- Puntos de interconexión de baterías: Son lugares destinados a la interconexión de baterías extraíbles para vehículos eléctricos de movilidad personal (bicicletas, bicicletas de más de dos ruedas, patinetes o similares). Se admiten a todo terreno excepto al espacio público y equipamientos, y se establecen condiciones de localización para garantizar la seguridad y la compatibilidad con los otros usos del espacio que se ubica.
Los talleres y concesionarios de automóviles o departamentos municipales de vehículos eléctricos y similares podrán instalar las instalaciones de subministro eléctrico que se justifiquen por el mismo.
El documento también establece condiciones para los puntos de recogida en vía pública, que seguirán siendo enviados por impulso público. Para fomentar el despliegue, durante 10 años se podrán implantar en espacios viarios (excepto espacios con prioridad de vianantes y plataforma única de cascadas), y tendrán una duración de 10 años. Para todos los puntos destinados a vehículos de transporte público y/o colectivo, taxis o flotas de servicios municipales, se podrá alargar la duración de la instalación siempre que siga siendo necesario para el mantenimiento del servicio.
Lo que no altera el plan son las condiciones de implantación de puntos de recarga eléctrica lenta a baja potencia, ya sea en aparcamientos públicos o privados o en los aparcamientos colectivos (residenciales o de empresas), ya que el plan vigente establece un mínimo de un punto de recarga por cada 10 plazas. Las instalaciones mixtas (combustible y eléctricas) ya están reguladas por la normativa de estaciones de servicio de carburantes.
Un salto de escala en la red de subministro eléctrico
Se prevé un aumento muy considerable del número de puntos de subministro eléctrico en la ciudad. A día de hoy, en Barcelona hay 113 instalaciones que concentran 896 puntos de recarga eléctrica. De estos, el 80,6% se ubican en aparcamientos públicos y el resto, un 19,6%, están en vía pública. La gran mayoría son o son exclusivos para motocicletas (460) o estaciones abiertas a todo tipo de vehículos eléctricos (372), y los demás son puntos de recogida con recogida semirrápida y rápida (50), exclusivos para taxis (10) o para vehículos destinados a la distribución urbana (4).
El plan supondrá un salto de escala en la oferta de subministro eléctrico, ya que el potencial de crecimiento es de más de 550 instalaciones. Hay 491 aparcamientos que pueden acoger puntos de recarga, 51 bencineras que se pueden transformar en electrolineras, y se suman las que se ubican en las rondas, los ámbitos industriales y las áreas específicas de Gracia, Horta-Guinardó y Sant Martí.
Si se suman estas 550 instalaciones a la oferta actual -113 con 896 puntos de recogida-, Barcelona podrá tener más de 660 instalaciones de subministro para vehículos eléctricos. La cifra equivalente a gairebé son vegades más que las del día anterior, y es muy superior a las 92 bencineras de carburante que hay actualmente en Barcelona.