Aunque la última semana se conocieron diversas alianzas de México con Estados Unidos en pos de una movilidad cero emisiones, aún asociaciones como la de Transporte y Movilidad (AMTM) dudan sobre las intenciones gubernamentales relacionadas a energías limpias.
“El actual Gobierno piensa en su nueva refinería y tiene en puerta una reforma eléctrica que no se alcanza a dimensionar si es para bien o pondrá un poco de trabas en la transición”, advierte Nicolás Rosales, presidente de la AMTM, en diálogo con Portal Movilidad.
Y agrega: “Este tema ha sido muy politizado en la toma de decisiones. No hay claridad en cuanto a una política pública del Gobierno federal para lo referente a energías limpias”.
De hecho, la reforma energética propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dividido las aguas entre los que están a favor y en contra, y ha sido tema de debate hasta con los vecinos estadounidenses.
En el ámbito de la electromovilidad, la mayor crítica recae en que la energía será “más sucia” y costosa para el consumo de los vehículos eléctricos, convirtiendo a estos también en unidades contaminantes.
En ese sentido, para Rosales, la transición de la movilidad y el transporte no son “una prioridad para el Gobierno federal” y “la potestad de transporte público queda en mano de cada una de las entidades federativas”.
De esta manera, pese a que las autoridades nacionales han asumido en dos oportunidades distintas en menos de una semana el compromiso de trabajar la electromovilidad a la par de Estados Unidos, todavía faltan tiempo y acciones para “convencer” al resto de los actores involucrados.
Es por eso que, por ejemplo, las fichas de la AMTM están puestas en apoyar a los Gobiernos locales de cada Estado, quienes de a poco se suman al cambio de tecnologías.
“Hay algunos que están percibiendo la necesidad de un cambio, por lo que estamos contemplando la posibilidad de apoyar estos proyectos”, indica Rosales.
Luego, añade: “La electromovilidad está en pañales. Las autoridades no entienden muy bien el modelo, porque no se trata sólo de cambiar unidades, sino también de modificar la infraestructura, y sumar financiamiento y subsidios”.
La AMTM pondrá el foco este año en acompañar la transición de algunas ciudades donde hay planes que apuntan a cambiar las flotas en el transporte público.
Entre las principales de su lista, por supuesto, estará presente Ciudad de México, pero también otras que han crecido exponencialmente en el segmento como Jalisco y Puebla.