Para la Asociación Ecuatoriana de Movilidad Eléctrica y Sostenible (Asecmovel), hoy la clave para dar el gran salto hacia la electromovilidad recae principalmente en manos de las empresas distribuidoras de energía, las cuales tendrían el suficiente respaldo financiero para instalar puntos de carga a lo largo del país.
“En la actualidad, la gran barrera que tenemos está relacionada a los sistemas de recarga”, advierte Esteban Albornoz, presidente de Asecmovel, durante el I Foro Internacional de Electromovilidad en el Ecuador, Oportunidades y Desafíos organizado por la asociación con colaboración de Portal Movilidad.
Y agrega: “Conociendo la realidad de las distribuidoras eléctricas en nuestro país, ellas deberían impulsar los puntos de carga, en especial, entre carreteras. Yo les lanzo el desafío a ellas, porque son las que pueden poner electrolineras. Al inicio no va a haber retorno de inversión, pero la empresa distribuidora tiene la capacidad de hacerlo”.
En esa línea, Albornoz destaca el avance dado gracias a la iniciativa de la Empresa Eléctrica de Quito, la cual desde agosto del año pasado trabaja en la instalación de electrolineras a lo largo de la ciudad.
De hecho, para este año la idea es concluir con la instalación de su red, que contará con 11 puntos de recarga en Turubamba, Mariana de Jesús, Los Bancos, Machachi, El Dorado, Cumbaya, San Rafael, Centro Histórico, Calderón y Sangolqui. En los tres primeros las estaciones ya están en funcionamiento.
Las que aún restan por incorporar se sumarán a los 21 puntos de carga existentes en Quito, la segunda ciudad con la mayor infraestructura de carga del país. La primera, cabe recordar, es Guayaquil que posee 35, mientras que a la capital ecuatoriana la siguen Loja y Puerto Ayora con dos electrolineras cada una, y Cuenca y Puerto Baquerizo con una.
“Ya no se trata de tener electrolineras en estaciones de servicio porque podemos tenerlas en nuestra casa. Pero para temas excepcionales y traslados largos, sí se necesitan sistemas de carga rápida. Comparto que este tema tiene que ser tratado tanto por el sector privado como el público. No obstante, creo que el público puede hacer mucho”, comenta Albornoz.
Luego, cierra: “La idea es que los ciudadanos no tengan angustia a la hora de comprarse un vehículo eléctrico porque piensan que no pueden viajar de una ciudad a la otra. Desde Asecmovel vamos a continuar trabajando con las autoridades locales para que exista un despliegue ordenado y rápido porque las condiciones del país así lo permiten”.