Esta semana el Gobierno argentino publicó en el Boletín Oficial la reglamentación del procedimiento de importación de vehículos eléctricos e híbridos, eliminando la alícuota del 35% del Derecho de Importación Extrazona.

La medida, formalizada a través de la resolución 29/2025 de la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía, establece que la cantidad máxima de autos a importar será de 50.000 unidades anuales durante cinco años, con un sistema de asignación de cupos mediante un trámite digital en la plataforma de Trámites a Distancia (TAD).

El decreto 49/2025, publicado en enero en el Boletín Oficial, había determinado la reducción de aranceles para la compra de autos eléctricos e híbridos cuyo valor FOB (precio antes de salir del país de origen) no supere los USD 16.000. Este valor de referencia permite determinar el costo base sobre el cual se suman otros cargos, como seguro, flete e impuestos nacionales, antes de fijar el precio final al consumidor.

Cómo es el mecanismo de distribución de cupos

La nueva normativa establece un sistema de asignación de cupos diferenciado:

• 25.000 unidades estarán destinadas a empresas con terminales radicadas en Argentina y que realicen actividades de fabricación.
• 25.000 unidades serán para importadores sin producción local.

El criterio de distribución se basará en dos factores clave:

• La fecha más próxima de nacionalización del vehículo.
• El menor precio ofrecido por las empresas postulantes.

Según fuentes oficiales, los importadores deberán postularse ante la Subsecretaría de Política Industrial mediante un trámite en línea, que estará vinculado con la Aduana y la Ventanilla Única de Comercio Exterior.

Además, la normativa aclara que los cupos asignados y no utilizados podrán ser reasignados en futuras convocatorias, garantizando un proceso más dinámico y flexible para la importación.

Requisitos técnicos de los vehículos eléctricos e híbridos a importar

Para acceder a los beneficios arancelarios, los vehículos eléctricos importados deberán cumplir con ciertos estándares técnicos:

• Peso superior a 400 kg sin contar la batería.
• Potencia mínima de 15 kW (equivalente a unos 20 CV).
• Autonomía superior a 80 kilómetros.

Con estos requisitos, quedan excluidos modelos de citycars ultracompactos, como el Citroën Ami, que es popular en Europa pero no cumple con estos criterios.

Actualmente, los vehículos eléctricos que se importan desde países de la región como Brasil, México, Colombia y Uruguay ya estaban exentos de aranceles, por lo que esta medida beneficia principalmente a modelos procedentes de Asia, Europa y Estados Unidos.

El cupo de 50.000 unidades de vehículos eléctricos e híbridos representa aproximadamente el 20% de la venta anual de autos livianos en Argentina, lo que podría generar una mayor oferta de modelos eléctricos en el país y presionar a la baja los precios.

Desregulación de la infraestructura de carga

En paralelo a la flexibilización de la importación, el Gobierno ha tomado medidas para reducir la intervención estatal en el sector de carga eléctrica. La resolución 22/2025 eliminó el Registro Nacional de Infraestructura de Carga de Vehículos Eléctricos (VE) y Vehículos Híbridos Eléctricos (VHE), con el objetivo de agilizar el desarrollo del sector y facilitar la expansión de la red de cargadores.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sostuvo que el modelo de carga para los autos eléctricos cambiará con el tiempo: «Los vehículos eléctricos se cargarán cuando comés en un restaurant o vas al supermercado. Vas a hacer algo a algún lugar y aprovechás el tiempo allí para recargar tu vehículo».

Con este enfoque, el Gobierno apuesta a un modelo de carga descentralizado, en el que las empresas privadas impulsen la instalación de estaciones de carga sin regulación estatal adicional.

La eliminación del 35% de arancel de importación es una medida clave que puede contribuir a reducir el precio final de los autos eléctricos e híbridos en el país. Sin embargo, el éxito de la política dependerá de cómo se asignen los cupos y de si los importadores trasladan realmente estos beneficios a los consumidores.