La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) considera que para que los combustibles sintéticos (‘e-fuels’) puedan alcanzar un precio competitivo es necesario que se desarrolle una economía de escala en torno a los mismos.
Para lo cual ve imprescindible que haya una «certidumbre regulatoria» que la impulse.
Fuentes de la organización han tildado de «buena noticia» el acuerdo alcanzado el mes pasado en Bruselas, en el que se contempla que se puedan vender vehículos que utilicen combustibles sintéticos más allá de 2035.
En ese sentido, han señalado que antes de otoño tendrá que definirse el papel de los ‘e-fuels’ para «ver cómo se matriculan los coches con combustibles sintéticos».
Además, desde la organización consideran que el establecimiento de un marco regulatorio que aporte certidumbre al sector ayudaría también a acometer las inversiones «milmillonarias» que serán necesarias para el desarrollo a escala industrial de este tipo de carburantes, que necesitan, por ejemplo, transformar los sistemas de refino.
No obstante, lamentan que la normativa europea haya dejado de lado a los biocombustibles, «que también son neutros en emisiones».
«No entendemos por qué dejar fuera una alternativa que se fabrica con residuos y que también es una forma de potenciar la economía circular», han añadido.
Por otro lado, apuntan que una de las posibilidades fiscales para conseguir abaratar el precio de los combustibles sintéticos es «bonificarlos al principio» y que tengan margen para alcanzar esa «competitividad» en relación con el precio de los carburantes fósiles actuales.
A finales de marzo, la organización ecologista Transport & Environment (T&E) advirtió que el coste medio de llenar un depósito con ‘e-fuels’ podría alcanzar los 210 euros.
«El exorbitante coste del combustible sintético solo estaría al alcance de los conductores más pudientes, lo que empujaría a algunos conductores que vayan a comprar motores de combustión certificados para funcionar con gasolina sintética a eludir las normas y comprar gasolina fósil en su lugar», ha argumentado la organización en un comunicado.
Según un análisis elaborado por T&E, la gasolina sintética «podría costar más de 2,80 euros por litro» en 2030, mucho más que la gasolina normal actual, debido a su «complejo proceso de producción», el cual consume «mucha energía».
En ese sentido, los vehículos con motores de combustión actuales podrían utilizar los carburantes sintéticos sin grandes modificaciones.
De hecho, uno de los puntos del acuerdo alcanzado en Bruselas recoge que los coches que los empleen tendrán que disponer de unos sensores que bloqueen el automóvil en caso de que el usuario haya repostado con un carburante fósil.
Una de las compañías automovilísticas que más está apostando por los ‘e-fuels’ es Porsche, que dispone de una planta piloto para el desarrollo de este tipo de carburantes en Punta Arenas (Chile) y en la que también participan Siemens Energy y ExxonMobil, entre otros socios.
En julio del año pasado, el consejero delegado del grupo Volkswagen y de Porsche, Oliver Blume, vaticinó que los ‘e-fuels’ podrían llegar a costar menos de dos dólares (1,85 euros al cambio actual) «en el futuro» si la producción alcanza la «escala industrial» necesaria.
«Esto dependerá del nivel de producción que haya en el futuro. Si se hace a escala industrial, será posible alcanzar un precio inferior a 2 dólares por litro», aseveró entonces en una entrevista corporativa en la web de Porsche
A o que agregaba: «Lo importante es que los combustibles sintéticos se fabriquen de manera sostenible y en lugares del mundo donde abunde la energía renovable, de tal manera que el aporte extra de energía para la producción sea irrelevante».
No obstante, para la AOP la «pregunta del millón» es cuándo llegará ese momento en el que se alcance la escala industrial necesaria.
En ese sentido, en España ya existen algunos proyectos ligados a este tipo de carburantes, como el de Repsol en el Puerto de Bilbao.
También los hay ligados a los biocombustibles avanzados, como el de Repsol en Cartagena o el de Cepsa en Palos de la Frontera (Huelva).
A pesar de que desde el sector del automóvil se ha recibido bien el acuerdo sobre los combustibles sintéticos alcanzado en Bruselas, la gran apuesta de la industria siguen siendo los automóviles eléctricos.
De hecho, el pasado marzo las ventas de coches 100% eléctricos se incrementaron a dos dígitos en todos los grandes mercados automovilísticos de Europa, es decir, en Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España, según los datos recogidos por Europa Press.