A pesar de todo, el 2020 fue un buen año para la movilidad eléctrica en el mundo. América Latina en general mostró variaciones positivas en vehículos cero emisiones cuando el mercado mundial tuvo una caída del 14%.

En Colombia el total de vehículos eléctricos alcanzados fue de 8.174. Esta cifra representa un alza del 50,09 % en relación al año anterior que cerró con 5.446 unidades.

Al respecto, Oliverio García Basurto, presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (ANDEMOS), indica: “Son buenos números. Históricamente el crecimiento se da en vehículos particulares por los beneficios de circulación e incentivos fiscales. Pero no debemos olvidar que estamos en la era de las licitaciones, las primeras entregas para Transmilenio dinamizaron el mercado”.

Con el levantamiento de la restricción de circulación en Bogotá para los híbridos, aumentaron las ventas. En el país, los HEV alcanzaron un total de 4.230 unidades y una suba del 139,12 % en relación al año pasado. En cuanto a los híbridos enchufables (PHEV) el total fue de 460, un 4,07 % de alza interanual.

“Esto quiere decir que el mercado es sensible a los beneficios. Es una luz sobre dónde se debe trabajar en política pública. Son fundamentales las medidas fiscales, pero hay que abordar una política integral, siguen siendo vehículos caros. También destaca la excepción a la restricción de circulación”, refiere García Basurto a Portal Movilidad.

Oliverio García Basurto, presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (ANDEMOS)

En tanto, agrega: “Si bien es cierto que tenemos un beneficio fiscal con tarifa preferencial para el impuesto al valor agregado del 5%, en este momento estamos trabajando con el Gobierno nacional para que en esta reforma tributaria que se dará lugar en el primer periodo legislativo los vehículos eléctricos queden excluidos completamente del IVA y los híbridos con el 5% y que le quiten el impuesto al consumo”.

“Eso nos permite que desde el punto de vista fiscal ordenemos un poco más las preferencias a los dueños de los vehículos. Además, el paso por los híbridos en los países de Latinoamérica es importante, son más asequibles que los eléctricos por eso deben tener temporalmente los beneficios”, menciona.

En Colombia se venden más motocicletas que carros, de un parque vehicular de 16 millones, 9 millones son motos y el año anterior cerró con aproximadamente 450 mil motos y 188 mil vehículos nuevos.

Esto quiere decir que en materia de emisiones las motos aportan el mayor volumen.

Según García Basurto, andar en moto es más barato que en transporte público, además de, en un contexto de pandemia, es más seguro para evitar contagios.

Las motos eléctricas también abonan solo el 5% del IVA. Los modelos menores a 125 cc no pagan impuesto a la circulación y a la venta las de menos de 200 cc están excluidas del impuesto al consumo.

Por ello asegura: “Hay que reevaluar las cargas fiscales de las motos de combustión para que las eléctricas comiencen a tener beneficios que las diferencien de las tradicionales. Las motos por ejemplo no tienen pico y placa, hay que aplicárselas y liberar a las cero emisiones”.

“Así como hay una obligatoriedad de electrificar los buses, debe hacerse lo mismo con las motos. Las ciudades deben exigir un cupo eléctrico en ese segmento”, afirma.

En ese sentido, destaca el rol del aspecto reglamentario donde se establecen metas como las de la Ley 1964 en transporte público y la obligatoriedad de instalación de puntos de carga por parte de los municipios. Tal es así que desde la Asociación se trabajar para que aplique la misma disposición en rutas nacionales.

Por otro lado, queda pendiente que el Gobierno avance con el proyecto de regulación de venta de energía en estaciones de servicio para recarga de vehículos eléctricos y la normativa de estandarización de conectores.

“El Gobierno tiene una buena oportunidad con las flotas oficiales que es uno de los segmentos con mayor obsolescencia y aprovechar a educar con el ejemplo”, opina el presidente de ANDEMOS.