Los vehículos eléctricos en Colombia reconfiguran el mapa automotor. Las cifras de matriculación del primer bimestre de 2025 revelan que marcas con origen chino, o aquellas que integran tecnología asiática, concentran una parte significativa del mercado.
Sin embargo, lo que llama la atención no es solamente el volumen de ventas, sino la identidad que proyectan estas compañías: nombres europeos, diseño occidental y ADN del gigante asiático.
Este fenómeno, que combina estrategia comercial, integración vertical y expansión tecnológica, evidencia una transformación profunda en la industria automotriz.
Algunas de las marcas más vendidas como Volvo, MG, Mini o Zeekr, aunque se presenta como europea, depende en gran parte del ecosistema chino.
Volvo y Geely: una integración total de vehículos eléctricos
Volvo, con 232 unidades eléctricas matriculadas en lo que va del año y un crecimiento del 544%, se posiciona como una de las marcas con mayor proyección en Colombia.
Desde 2010 pertenece al grupo Geely, uno de los conglomerados automotrices más grandes de China.
Geely no solo administra la marca sueca, sino que impulsa una transformación eléctrica a través de plataformas compartidas, como la SEA (Sustainable Experience Architecture), que se utiliza en modelos de Zeekr —otra filial del grupo— y el EX30 de Volvo.
Aunque mantiene su identidad europea en diseño e ingeniería, el núcleo tecnológico proviene de China.
MG y la revitalización de un ícono británico eléctrico
La marca MG, que comercializa actualmente 54 vehículos eléctricos en Colombia, tiene una historia similar.
Desde 2007, la marca forma parte del grupo SAIC Motor, una de las principales automotrices estatales chinas.
Todos los modelos eléctricos comercializados en Latinoamérica provienen directamente de China.
Además, SAIC desarrolla sus propios sistemas de propulsión y baterías, reduciendo la dependencia de terceros y consolidando una cadena de suministro totalmente controlada desde Asia.
Mini y BMW: producción mixta con socios chinos
Mini, la filial urbana de BMW, alcanzó 57 unidades eléctricas matriculadas en Colombia, con un crecimiento interanual del 375%.
Aunque la sede y el diseño permanecen en Alemania y Reino Unido, la producción de los modelos eléctricos Mini Cooper SE y del futuro Countryman eléctrico se realiza en cooperación con Great Wall Motors, bajo la alianza Spotlight Automotive en China.
Este esquema permite reducir costos, acceder a subsidios locales en el país asiático y capitalizar el expertise en celdas de batería y electrónica de potencia desarrollado por Great Wall.
En Colombia, los modelos ingresan con sello europeo, pero con manufactura asiática.
Zeekr: lujo y tecnología desde China con estilo europeo
Zeekr, una de las marcas más recientes en el mercado colombiano, ya reporta 70 unidades eléctricas vendidas en 2025.
Aunque su posicionamiento apunta al segmento premium, su ADN es totalmente chino.
La marca también pertenece a Geely y se apalanca en tecnologías compartidas con Volvo y Polestar.
El diseño y algunos centros de innovación están ubicados en Europa, pero la producción y las patentes clave se desarrollan en Hangzhou y Ningbo, dos polos industriales chinos.
Mercedes-Benz y la participación de BAIC
Mercedes-Benz reporta 33 vehículos eléctricos vendidos este año, con un crecimiento del 120%
Desde hace más de una década mantiene una joint venture con BAIC Motor, grupo estatal chino que produce y comercializa sus modelos eléctricos e híbridos en China bajo la marca Beijing-Benz.
Opel y Peugeot: la herencia francesa bajo gestión global
Opel, que comercializó cinco unidades eléctricas en Colombia este año, forma parte del conglomerado Stellantis, junto con Peugeot y Citroën.
Stellantis mantiene acuerdos de suministro y desarrollo tecnológico con fabricantes chinos como Dongfeng, que además es accionista del grupo.
La alianza incluye el uso de plataformas comunes y la fabricación de componentes en China.
Byd y Great Wall: crecimiento exponencial y presencia regional
Byd lidera el ranking de ventas en Colombia con 923 unidades matriculadas y un crecimiento superior al 600%.
Aunque no oculta su origen, su impacto en el mercado incentiva a otros fabricantes a replicar estrategias de “marca europea, base china”.
Great Wall, que recién comenzó a vender en Colombia, ya proyecta una expansión con modelos producidos íntegramente en China pero presentado con estética y prestaciones orientadas al gusto occidental.
El camuflaje estratégico de la industria
La estrategia de muchas automotrices consiste en aprovechar la reputación europea, especialmente en mercados donde el consumidor asocia ese origen con calidad, seguridad y sofisticación.
La base industrial china permite, por su parte, escalar rápidamente en producción, reducir costos y acceder a innovación en baterías y conectividad.
La convergencia entre ambas regiones configura una nueva etapa en la movilidad eléctrica.
Marcas que históricamente compitieron hoy se interconectan a través de alianzas industriales, producción compartida y propiedad cruzada.