El cambio en la normativa, publicado en el Boletín Oficial, ofrece a las empresas del sector automotriz una oportunidad para impulsar las inversiones en tecnologías de motorización más limpias y alinearse con las tendencias globales. 

Desde la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), reconocen el potencial de esta herramienta. “La inclusión de la movilidad sustentable en el RIGI puede ser un acelerador en las tomas de decisión de inversiones en vehículos de nuevas tecnologías”, señalan a Mobility Portal Latinoamérica.

Sin embargo, también advierten que es clave esperar la resolución reglamentaria para definir los próximos pasos y evaluar cómo avanzarán las gestiones de cada empresa con sus respectivas casas matrices.

Cabe mencionar que desde la llegada de Javier Milei al gobierno, los directivos de las terminales automotrices, agrupados en ADEFA, mantuvieron dos encuentros con el ministro de Economía, Luis Caputo. 

En estas reuniones, se destacó la urgencia de que el país acelere su marcha en temas de electromovilidad, similar a lo que está haciendo Brasil. 

Indudablemente, el cambio en el panorama regulatorio llega en un momento determinante: Pablo Sibilla, presidente de Renault Argentina, subrayó hace poco la importancia de seguir de cerca el desarrollo de esta normativa, anticipando que podría generar una apertura para la inversión en el sector. 

Por su parte, Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina y Ford Sudamérica, fue enfático al decir que la competencia es saludable, siempre y cuando las reglas del juego sean claras y equitativas para todos.

El RIGI y el desafío de competir con Brasil

La competencia regional es un factor que no se puede ignorar. Mientras Brasil avanza en electromovilidad bajo el programa MoVer (Movilidad Verde) impulsado por el presidente Lula Da Silva, con inversiones proyectadas de más de 20.000 millones de dólares en los próximos años, Argentina necesita encontrar formas de atraer inversiones similares. 

Lula firmó a fines de marzo una ordenanza para conceder licencias a empresas del sector automotriz y créditos financieros para apoyar la descarbonización. 

También, se promueven desgravaciones impositivas en función de la huella ambiental, incorporando el cálculo de las emisiones desde la fuente de energía hasta su consumo vehicular.

El RIGI se presenta, entonces, como una herramienta para atraer nuevas inversiones extranjeras al sector automotriz argentino. ¿Surtirá efecto? 

Con 30 años de estabilidad garantizada, el régimen busca captar nuevos actores internacionales que deberán asociarse con empresas locales o instalarse industrialmente cumpliendo condiciones mínimas, evitando así asimetrías con la industria existente.

La oportunidad de los híbridos

Claudio Damiano, experto en regulación y movilidad sostenible, ofrece una perspectiva crítica y realista sobre las posibilidades de electrificación en Argentina. Según él, “la única forma que tiene la industria automotriz argentina de incorporar electrificación es a través de híbridos”.

Este tipo de vehículos, a diferencia de los eléctricos puros, no requieren grandes modificaciones en las líneas de montaje existentes, lo que facilita su integración en la producción local.

Además, en diálogo con este medio, Damiano advierte que la fabricación de vehículos eléctricos puros en Argentina es altamente improbable en el corto plazo. 

“El eléctrico puro es muy poco probable que se fabrique en Argentina a no ser que sean series cortas de vehículos muy específicos”, explica.

Las razones detrás de esta predicción incluyen la falta de mercado, la competencia internacional y los altos costos de producción en el país.

Por otro lado, ADEFA pone en valor el mercado de vehículos electrificados (híbridos/100% eléctricos), afirmando que “viene creciendo de manera sostenida”. 

“Así lo reflejan los datos de patentamientos. Pero, sin dudas, para continuar potenciando este mercado y para complementar la pata industrial, es necesario contar con un marco legal”, reflexionan. 

Una novedad eMobility

Con más de 100 unidades patentadas en solo unos meses, el Kwid eléctrico ($USD 29.667) captura la atención de los consumidores argentinos que buscan una alternativa accesible y eficiente en la transición hacia las cero emisiones.

Un dato no menor es que durante el primer semestre del año, se patentaron en Argentina 6.169 vehículos con motorización alternativa (híbridos y eléctricos puros), lo que representa un aumento del 32,7% en comparación con el mismo período del año anterior. 

Es allí que el Kwid E-Tech logró destacarse, no solo por su precio competitivo, sino también por su autonomía y facilidad de uso, características esenciales para los consumidores argentinos que consideran dar el salto a la movilidad eléctrica.

“Así como en su momento buscamos democratizar el 4×4 con Duster, hoy estamos democratizando el acceso a la movilidad sostenible”, señalaba recientemente Pablo Sibilla, presidente y director general de Renault Argentina.

Este modelo fue adquirido especialmente en las áreas urbanas del país, como Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde la demanda de vehículos eléctricos está en crecimiento, así como las políticas públicas que impulsa el Gobierno local. 

Los que siguen a la cabeza en Argentina

Aunque, por ahora, el mercado de vehículos con motorización alternativa en el país sigue dominado por los híbridos (HEV), con un parque circulante de aproximadamente 36.400 unidades, del cual casi el 90% son con esta tecnología.

En este sentido, marcas como Nissan, Mercedes-Benz y Toyota también mostraron un sólido desempeño en el primer semestre de 2024, pero es la incursión del Kwid eléctrico lo que llama la atención, marcando un punto de inflexión.

Es que rápidamente desplazó a su competencia, el Tito de Coradir ($USD 16.232), un compacto que ofrece opciones de personalización como autonomía extendida y aire acondicionado.

Para traducirlo en números, durante el primer semestre de este año se vendieron 102 unidades del modelo de Renault y 72 del de Coradir. En comparación, en el mismo período de 2023, se comercializaron 104 unidades del modelo Tito.

Lo cierto es que la apuesta de Renault no solo por el Kwid, sino también por el Megane eléctrico refleja una estrategia de la marca francesa para posicionarse como cabecilla en un mercado que, si bien está dando sus primeros pasos, intenta impulsar la electromovilidad.

En este escenario, es posible que dicho modelo se consolide aún más en los meses por venir para convertirse en un referente indiscutible en el segmento de los eléctricos puros en Argentina.