La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha pedido a la Comisión Europea (CE) retrasar hasta 2027 el acuerdo de comercio y cooperación con el Reino Unido (TCA), el acuerdo postbrexit.
Por medio del mismo los bienes exportados tienen que cumplir unas normas de origen (ROO) que desde la patronal europea aseguran que en el corto plazo «ningún actor de la cadena de suministro podrá cumplir».
La petición la ha realizado ACEA mediante una carta enviada a la CE, plantean que de no mantener la reglas actuales para baterías, los pagos en aduana ascenderían a unos 4.300 millones de euros entre 2024 y 2026.
Mientras que la producción en este periodo se podría reducir en unos 480.000 vehículos eléctricos.
Esto, tras caer significativamente la participación de la industria del automóvil de la UE en el mercado del Reino Unido por el pago de derechos de aduana «masivos e innecesarios».
Actualmente, la normativa entre la UE y Reino Unido consideran originarias de Europa las baterías ensambladas en el continente.
Mientras tanto, a partir del 1 de enero del próximo año, estas normas serían más restrictivas.
Exigiendo asi, que todas las piezas de las baterías y algunos materiales críticos sean producidas en la UE o en el Reino Unido para que queden libres de aranceles.
No obstante, ACEA considera que la norma de origen transitoria es una herramienta para impulsar la inversión en la cadena de suministro de baterías europeas.
Por lo que no se oponen a que entre en vigor, pero aseguran que en el corto plazo su aplicación será «contraproducente», ya que ningún actor podrá cumplir con esta situación.
Por ello, la patronal de los fabricantes europeos ha pedido retrasar la nueva normativa hasta finales de 2026. «La petición de ACEA es liberalizar temporalmente las normas de origen de las baterías para el periodo de 2024 a 2026», ha explicado en la carta